Europa mira a los fondos de rescate como válvula de escape de Italia y España
La utilización del EFSF-ESM como vehículo de compra de deuda soberana de países en riesgo está rodeada de interrogantes
m. cuesta
Tras varias llamadas de socorro fallidas al Banco Central Europeo para que calmara las presiones sobre España e Italia mediante la compra de su deuda en los mercados, las miradas de los líderes internacionales se dirigen ahora a los fondos europeos, EFSF-ESM, ... como garantes de la estabilidad financiera de Europa . La posibilidad de utilizar estos mecanismos para la compra de deuda pública está sobre la mesa, si bien su puesta en marcha está rodeada de muchos interrogantes.
La posibilidad de que sean los fondos de rescate europeos quienes compren deuda en los mercados para rebajar la presión es posible desde el verano pasado pero que ningún Ejecutivo lo había solicitado hasta el recién clausurado G-20 lo puso sobre la mesa. Si el ESM o el EFSF anunciaran que dispararán su munición en el mercado de deuda, los tipos de interés de los bonos españoles e italianos bajarían.
De momento, Alemania, se opone. Además, hay una serie de dudas técnicas que complican la utilización de estos mecanismos. La primera de ellos: ¿tienen fondos disponibles suficientes como para activar un programa de compras de deuda pública? Los cierto es que, actualmente, el EFSF tiene una capacidad de financiación de algo superior a los 200.000 millones, una vez descontados los fondos comprometidos en los rescates de Irlanda, Portugal y Grecia. El montante final se elevaría hasta los 500.000 millones cuando en julio entre en funcionamiento el otro fondo, el ESM. Los rumores de esta semana apuntaban a un fondo mínimo de 750.000 millones para comprar deuda de España e Italia.
La segunda gran duda surge por la capacidad de reacción real de estos fondos ante una eventual entrada en barrena de un país. Es decir, aunque ambos pueden acudir a los mercados para adquirir deuda, ¿pueden hacerlo con la suficiente rapidez como para frenar una sangría como las que se viven estos días? Lo cierto es que existen ciertas trabas. Tanto el EFSF como ESM deben obtener financiación previa antes de llevar a cabo cualquier tipo de asistencia financiera. El ESM, además, tiene que recibir un desembolso de capital por parte de los Estados miembros y su ratio entre capital y deuda no debe caer nunca por debajo del 15%.
La tercera duda es si los montantes disponibles son suficientes para estabilizar la cotización de la deuda de países como España o Italia. Además, aunque en los Tratados se establece que las compras de deuda de países puede realizarse sin la necesidad de formalizar un programa de ajustes como el de un rescate con todas las letras, las reticencias de algunos miembros a que esto se ponga en marcha son relevantes.
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