El fondo público de pensiones de Escrivá afronta el primer examen para su aprobación en el Congreso

Ya en los Presupuestos se distinguían los beneficios fiscales entre los planes colectivos e individuales, con una deducción máxima en el IRPF de 1.500 euros en la base imponible de los planes individuales y de 10.500 euros en los planes colectivos.

En su primer examen en el Congreso , el Gobierno deberá enfrentar la enmienda a la totalidad del BNG, que busca derribar este proyecto por considerar que abre «una nueva vía de privatización» del sistema y anticipa un «deterioro» del mismo, ante el temor que estos planes «acaben tomando el relevo» de las pensiones públicas.

Además, el diputado del BNG, Néstor Rego , considera que es un proyecto discriminatorio, al ver factible el fomento de los planes en grandes empresas y no en otros sectores, además de ser «un nuevo elemento de negocio para la banca», que gestionará los planes cuando podrían llevarse a cabo bajo tutela de la Administración.

El trabajador podrá aportar, de forma voluntaria, cuotas superiores a las que ponga su empresa. No obstante, la aportación máxima se definirá por tramos. En todos los casos los trabajadores pueden deducirse 1.500 euros de su plan individual o colectivo, y para los autónomos, el Ministerio calcula una deducción de hasta 5.750 euros al año.

En el caso de las empresas, se reintroduce la no cotización de las contribuciones a la Seguridad Social en aportaciones de estos planes, que estuvo vigente hasta 2013. No obstante, ahora se limita a 115 euros mensuales por empleado o 1.380 euros anuales.