Las empresas españolas en Argentina, preocupadas por la deriva proteccionista

«En Argentina siempre ha habido proteccionismo pero en los últimos años se ha incrementado a niveles superiores», asegura Carlos Malamud, experto en Iberoamérica del Real Instituto Elcano. Así, la política gubernamental ha aumentado el cerco sobre teléfonos móviles, productos textiles y todo tipo de articulado manufacturado desde el extranjero para primar la producción nacional. El paquete de medidas se completa con tarifas semicongeladas y la prohibición del reparto de dividendos. El objetivo de esta política es reducir el déficit comercial del país y evitar la fuga de capitales. Por todo ello, un estudio del Foro Económico Mundial de 2010 incluyó a Argentina entre los países con menos facilidades para hacer negocios. En un ránking de 125 economías, el país figuraba en el puesto 95.

Esta preocupación del empresariado español quedó latente el pasado miércoles. Entonces, los directivos locales de las grandes firmas se reunieron con el Embajador de España, Román Oyarzun, para abordar este problema. Allí estuvieron presentes directivos locales del Banco de Santander, el BBVA, Teléfonica, Edesur (Endesa) e Indra, además del presidente de Repsol, Antonio Brufau. Todos manifestaron su preocupación por los controles de cambio que aplica el Gobierno argentino así como por los obstáculos que les imponen para repatriar beneficios. Uno de los casos más delicados apunta a Edesur y Costanera, filiales de Endesa , la siguiente en el punto de mira.

La importación española fue, en 2011, de 2.096 millones de euros. La balanza comercial es claramente beneficiosa para Argentina. Y el mapa del capital español en el país austral incluye a muchas otras empresas de todos los sectores: ACS, Acciona, Acerinox, Mapfre SA, Gas Natural, Abengoa, Inditex, y muchas más. Pero todas, sin excepción, están en alerta ante los últimos acontecimientos.