El sector energético prevé precios altos hasta la primavera de 2022 y culpa al gas de las subidas

«El precio eléctrico continuará alto hasta la primavera del año 2022», auguró la consejera delegada de Engie España, Loreto Ordóñez , al comienzo de su intervención, en la habló de una «presión brutal» en los precios. «Vemos una situación todavía de tensión hasta primavera y, a partir de entonces, una bajada de los precios con la incertidumbre del CO2» , explicó Ordóñez. La máxima responsable de Engie España también detalló importes: «A partir de entonces, los precios bajarán de los 110-120 euros por MW hora -si descontamos los picos del último trimestre- a algo próximo a los 90 euros. Lo que va a bajar también mucho es el precio del gas, del pico de 60 euros que vemos a día de hoy a algo cercano a los 30 euros también para la primavera de 2020. Lo que no sabemos es que va a pasar con los precios del Co2», matizó.

Lo importante aquí, aseguró Ordóñez, será el camino y las futuras medidas que ejecutará la Unión Europea «para primar la competitividad» del sector en general. A su vez, Ordóñez citó como causas del encarecimiento del gas a diferentes factores que han propiciado una 'tormenta perfecta': problemas de almacenamiento, tensiones en el suministro, retrasos de proyectos como el de Nord Stream 2 o el aumento de la demanda por parte de los países asiáticos.

Por su parte, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés , predijo que el precio del gas irá bajando reduciendo en los próximos meses, pero recalcó que el precio de los derechos de CO2 no lo hará «porque está cumpliendo su función» y «desincentivando las emisiones». «Estamos viendo un mercado absolutamente diferente del que se había planificado», sentenció Reynés.

«Estamos viviendo un momento especial en el sector», añadió Reynés, quien enfatizó que «nunca había oído tantas veces en los telediarios ni leído en la prensa hablar tanto de la energía». En este sentido, explicó que «la situación tan especial después de la pandemia se revela ahora en varias cosas» como «en los niveles de producción, los inventarios y las referencias de precios». «Ninguna compañía ni ningún país puede hacer nada», agregó Reynés. Además, Reynés, aportó su propia solución al encarecimiento del recibo de la luz y anunció una nueva tarifa fija para los hogares incluidos en el mercado regulado, es decir, aquellos cuyos contratos están vinculados al 'pool' o mercado mayorista. Reynés lanzó un órdago al resto del sector y avanzó una nueva tarifa liberalizada fija basada en un precio medio de 60 euros el megavatio hora para los próximos 24 meses.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas , recogió el guante sobre las causas del encarecimiento de las últimas semanas con una frase lapidaria: «Tenemos que enfocar el tiro: el problema es el gas» . A reglón seguido, Bogas aseguró que la tendencia alcista de los precios eléctricos no dependen «ni del Gobierno ni de las empresas del sector». No obstante, Bogas quitó peso al escenario actual y opinó que se está «haciendo una tormenta en un vaso de agua» y recordó que un cliente medio ha pagado este año unos 56 euros mensuales, cuantía solo un poco más alta que la abonado en años como 2012, 2015 o 2018.

Por otro lado, Bogas, quien ya apuntó este martes en una entrevista que el precio de la luz no empezará a bajar hasta el segundo trimestre del año que viene , recordó que otro de los principales escollos para conseguir abaratar el recibo reside en que el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) esté vinculado al 'pool'. Esta situación conlleva, según el CEO de Endesa, una situación diferente en ambos países ya que en Portugal no han repercutido de la misma forma que en España los precios en la factura de los hogares ya que cuentan con una tarifa anual. Todo ello a pesar de que ambos mercados comparten los mismos precios en origen de la electricidad.

Respecto a las futuras medidas a aplicar por parte del Gobierno, Bogas apostó por revisar la fiscalidad de la factura y «por bajar los impuestos» . Respecto al próximo plan de choque que lanzará el Ejecutivo, Bogas sentenció: «Espero que se consiga bajar el recibo de la luz sin necesidad de hacer barbaridades». Además, Bogas se defendió de los ataques recibidos contra las eléctricas en el escenario de precios disparados: «En las cuentas de Endesa del primer semestre hay una caída del resultado del 25% porque, a las empresas eléctricas, no nos benefician los precios altos», recalcó.

Durante su intervención, la consejera delegada de Iberdrola en España, Ángeles Santamaría , también defendió el papel de las eléctricas: «Significa un coste para nosotros que tenemos que asumir, no nos beneficia en absoluto», remarcó. La responsable de Iberdrola también defendió su actuación con los embalses: «No hemos cometido ninguna anomalía poniendo a disposición del sistema estas reservas energéticas. «Ha sido todo lo contrario. Hemos actuado como teníamos que actuar porque no era una opción», agregó Santamaría.

Asimismo, la revisión de la tarifa regulada y del diseño de un mercado basado en el 'pool' son medidas que requieren de una ejecución urgente, según Santamaría. No obstante, Santamaría recordó la importancia de incluir medidas que cumplan el marco regulatorio europeo y sean ortodoxas para evitar «errores del pasado o decisiones inadmisibles desde un punto de vista legislativo». Entre otras fórmulas, la consejera delegada de Iberdrola apostó por sí como una revisión de los impuestos y de los cargos incluidos en la factura de los hogares.

Los derechos de emisión de CO2 y su papel en la formación de precio centraron la intervención del consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz . El CEO de Repsol reclamó al Gobierno y la Comisión Europea la puesta en circulación en el mercado de más derechos de emisión de CO2, una medida que conllevaría una reducción de su precio y, en consecuencia, un abaratamiento del recibo final. Imaz no dudó en advertir de que «los consumidores y la competitividad de la industria están pagando la factura de la transición en estos momentos».

«No podemos pensar que Europa va a correr indefinidamente y el resto del mundo no. Estos precios del CO2 tienen consecuencias en el consumidor y en la competitividad industrial», lamentó Imaz, quien también denunció que se cierran plantas en Europa para trasladar su producción a Turquía, India o China con la consiguiente pérdida de competitividad. «Tiene que haber una ambición clara de la descarbonización pero tiene que ser eficiente y tratando de que sea al menor coste», explicó Imaz.

El principal problema para el consejero delegado de Acciona Energía, Rafael Mateo , está en la dependencia «excesiva» del gas que tiene España y «el CO2 sube porque sube el gas». «Tenemos un problema: dependemos del gas», apostilló Mateo. «No tenemos gas, ni combustibles fósiles, importamos 45.000 millones de productos energéticos, a razón de 125 millones quemados cada día», ahondó el consejero delegado de Acciona.

Por su parte, el consejero delegado de EDP, Rui Texeira , incidió en la necesidad de atajar el cambio climático y en priorizar este camino frente a cualquier eventualidad. «Ese coste es muy superior a cualquiera que podamos decir que en un periodo de tiempo nos va afectando como consumidor individual o como compañías», alertó.