El déficit de talento lastra el despegue de la economía del dato
La formación se enfrenta al reto de aliviar una sequía que coloca a España a la cola de la ocupación laboral en este sector estratégico
La digitalización de la economía y las transformaciones de los últimos años vienen impulsando el crecimiento exponencial del tráfico de datos y su peso en los procesos productivos. La economía del dato se abre paso en España, aunque el despegue definitivo se enfrenta a algunos lastres, en especial la sequía de talento. ... El informe ‘El impacto económico del sector de datos en España’, elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) y presentado esta misma semana, da pistas sobre la magnitud de este problema. Con información de la Comisión Europea, que se limita a recoger el valor de mercado de los datos transados en sus indicadores, se concluye que la economía del dato se situó en España en 2018 en el 2,4% del total del Valor Añadido de la economía, cerca de los parámetros medios de la UE. Sin embargo, sólo ocupó a 422.000 personas (el 2,5% del total de la población ocupada asalariada), lo que coloca a nuestro país a la cola del Viejo Continente, solo por delante de Rumanía y Grecia.
El ‘gap’ entre el talento disponible y la demada creciente de las empresas es evidente. «Existe una elevada demanda de este tipo de profesionales y de estas competencias digitales en las empresas, lo que debería traducirse en un mayor aumento de la ocupación en este sector durante los próximos años y en una mayor oferta de formación de este tipo de competencias digitales», subraya el informe.
Atendiendo a los datos del INE, con los que también trabaj el informe del IEE, el Valor Añadido Bruto (VAB) del sector de los datos de la economía española alcanzó, aproximadamente, los 54.000 millones de euros; es decir, el 4,8% del total del VAB de la economía española en 2018. En términos de empleo, la participación de este sector sobre el conjunto también es del 4,8%, lo que implica la participación de 860.000 empleos en el sector. En cualquier caso, el citado estudio eleva el peso de la economía del dato hasta el 8,7% del Valor Añadido y el 8,6% del empleo si consideramos los efectos directos e inducidos por esta actividad sobre el resto de la economía.
Sobre el terreno
Desde el IEE estiman que por cada euro extra que se invierta en el sector de datos se contribuye a aumentar el PIB en 1,8 euros. Pero para reforzar ese horizonte de posibilidades toca resolver ese déficit de talento que corta las alas de esta actividad estratégica.
En el ámbito de la formación superior, Fernando Díaz de María, director del Grado de Ciencias e Ingeniería de Datos de la Universidad Carlos III de Madrid, destaca cómo en las jornadas que organizan en la recta final del grado con grandes compañías y consultoras, la demanda es recurrente: «Nos dicen ‘si pudiésemos contratar a 200 personas, lo haríamos ahora mismo’». Y señala la orientación al mundo de la empresa: «En la asignatura que imparto, en cuarto, trabajamos en proyectos reales de las personas que colaboran con nosotros. Otro aspecto a destacar es que, a la hora de incorporarse a un puesto de trabajo, es muy importante conocer la esencia de la empresa, sus objetivos, etc. No es una ocupación fácilmente externalizable».
El catedrático también señala la parte de creatividad en un campo, a priori, denso y proceloso: «La Ciencia de Datos es matemáticas y estadística. Cuando alguien aborda un problema de análisis de datos, interpretar para conseguir información útil tiene que incluir la creatividad… hay que saber qué se busca, hacer las preguntas correctas». Todo un mundo en el imperio del data, en el que ya se habla de arquitectos del dato, visualizadores, traductores, etc.
Pedro Montarelo , responsable de Montarelo Consulting, especializados en selección de perfiles tecnológicos, señala cómo «desde hace unos tres años, los encargos que recibimos para buscar este tipo de perfiles se han triplicado y los salarios han subido más de un 50%. Hemos completado hace poco un proceso de selección de un ‘arquitecto de datos’ para una multinacional donde la banda salarial ha superado los 80.000 €». También apunta cómo algunas empresas del IBEX34 contratan a alumnos antes de finalizar la formación, incluso ‘reservan’ sus servicios..
En tres años, se ha triplicado la demanda de estos perfiles y los salarios han subido más de un 50%
La formación en datos en la UC3M cuenta con apoyos como el del Instituto Big Data UC3M-Santander, liderado por Rosa Lillo que, a su vez, colabora con el investigador Antonio Fernández Anta, Research Professor en IMDEA Networks, instituto de investigación dependiente de la Comunidad de Madrid, en el impulso del proyecto CoronaSurveys. Como destaca Fernández-Anta: «La información extraída puede ser muy útil para afrontar diversos retos sociales. En el contexto de CoronaSurveys, casi 80 millones de respuestas a una encuesta sobre síntomas, vacunación y otros hábitos frente al Covid-19, han sido procesadas con técnicas de análisis de datos y de aprendizaje automático. Se ha extraído información tan útil como la evolución de casos activos en cada momento de la pandemia y la eficacia de la vacunación frente a nuevas variantes de SARS-COV-2 (como Omicron)». Un método de trabajo aplicable a estudios de mercado o encuestas electorales, como el estudio que se está realizando en las elecciones andaluzas.
«Además de técnicas estadísticas más clásicas (añade el investigador), es necesario el dominio de métodos algorítmicos de procesamiento de datos, como aprendizaje automático (‘machine learning’): por ejemplo, árboles de decisión o redes neuronales». Un recorrido que ya empieza a asomar en la Formación Profesional, con incipientes conceptos de aprendizaje en este sentido, en centros como el CUFP Carlos III en Murcia o el IES Ribera del Tajo en Talavera de la Reina. La industria necesita con urgencia este maná de talento.Según estimaciones de IndesIA, la asociación española de Inteligencia Artificial para la industria, se necesitarán 90.000 expertos en datos y en inteligencia artificial durante los próximos tres años.
Jordi Arrufí, director de Barcelona Digital Talent, el programa de Talento de Mobile World Capital, incide en la importancia de su aplicación en el mundo de la empresa: «Cualquier empresa u organización que quiera ser competitiva tiene que atender al uso inteligente y eficiente de datos para ser más eficiente operativamente. Así pasa con ejemplos como Pepsico que, a través de su centro de Data Analytics, planifica la demanda en distintos países europeos en los próximos días, con variables como datos históricos, demanda en otros sectores, el tiempo que va a hacer, etc. O en el sector farmaceútico, para ahondar en las soluciones ‘más allá de la píldora’-’beyond the pill’, para proporcionar mejores tratamientos».
Datos fáciles de conseguir (con permiso del respeto a la privacidad), tratables de una forma económica y automatizada… las empresas se encuentran ante una nueva era, como señala Paco Hortiguela, director general de Ametic, patronal representante del sector de la industria tecnológica digital en España: «Se produce una retroalimentación, gracias al flujo de información para mejorar productos y servicios… un asunto muy personal que requiere autorización expresa (salvo en el caso de los datos anonimizados). Por parte de Ametic, contamos con iniciativas, a través de nuestra comisión de big data e inteligencia artificial, como el Observatorio, abierto a la sociedad, que permite comprobar multitud de aplicaciones y nuevos usos de esta tecnología: salud, movilidad, e-commerce, turismo, industria, etc».
Un agujero genral
La ciencia del dato, por lo tanto, se mantendrá en los próximos años en los primeros puestos de la oferta laboral, como se ha ratificado en recientes informes como el IV Estudio ‘Empleabilidad y Talento Digital’ de la Fundación VASS y la Universidad Autónoma de Madrid, en el que se indica, como marco general, que «el déficit de talento digital en España mejora tras la pandemia, pero se mantienen 7.000 vacantes anuales en puestos de trabajo cualificados del sector TIC, en un mercado que ya contrata, con extrema dificultad, entre 35.000 y 40.000 profesionales técnicos anualmente. España debería crear hasta 2030 1,3 millones de especialistas TIC... a los ritmos actuales no llegaríamos a los 400.000 especialistas».
Como ejemplo de esta demanda, Amparo Boria, directora de Talent adquisition de España, Portugal e Israel de Accenture, aporta su punto de vista sobre esta ‘killer application’ de cara al empleo en el siglo XXI: «Los perfiles tecnológicos, y especialmente los expertos vinculados al mundo del big data y la Inteligencia Artificial, tienen un papel muy relevante en los procesos de transformación digital e innovación. En Accenture apostamos por la especialización de nuestros profesionales y trabajamos en programas transversales para la formación y desarrollo de perfiles diversos asociados a la estrategia de la gestión de la información, extracción y tratamiento de grandes volúmenes de datos, diseño de la arquitectura donde se procesan, así como el análisis y monitorización en tiempo real».
Subirse a un tren en marcha
En la presentación del estudio de IEE sobre la economía de los datos, la secretaria de Estado de Digitalización Carme Artigas reconoció la importancia de este tipo de iniciativas ante «la falta de indicadores reales» sobre esta actividad. Artigas ironizó al asegurar que las empresas de hoy aún se mueven con «balances del siglo XX» e instó a «no perder el tren de esta segunda ola». La secretaria de Estado citó proyectos claves que marcan el camino, como Gaia-X, y recordó que España liderará en Europa el intercambio de datos sobre turismo, al tiempo que apostó por estrechar la colaboración entre empresas, gobiernos y ciudadanos en este ámbito. «Ya se han invertido 400 millones en espacios de datos», apuntó Artigas quien reconoció que faltan profesionales en este terreno y que medidas como el ‘Kit Digital’ buscan cubrir el déficit de habilidades digitales en gran parte de la población.