El comercio prepara la Navidad menos rentable por el alza de la inflación
El sector alerta de que el 20% de los negocios pueden desaparecer si la subida de los costes no se frena
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Una de las teorías más básicas de la economía es la ley de la oferta y la demanda, es decir, aquella que determina los precios de los bienes del mercado. La crisis del coronavirus paralizó la economía mundial, conllevando una caída de la demanda de ... muchas materias primas a casi cero y provocando un descenso general en los precios. Con la vuelta paulatina a la normalidad la demanda de muchos bienes se ha disparado hasta superar la oferta disponible, lo que está generando una subida indiscriminada de los precios y costes empresariales.
Con la campaña de Navidad a la vuelta de esquina –se adelanta a noviembre con el Black Friday– las empresas preparan ya ofertas con descuentos agresivos para aumentar su facturación e incentivar el consumo. Sin embargo, el crecimiento de la inflación, que en septiembre se situó en el 4% de manera adelantada, amenaza con que esta mayor facturación apenas tenga repercusión en la rentabilidad de las empresas por los costes que soportan, sobre todo las pequeñas.
«Con este escenario, en el primer trimestre de 2022, que se espera que sea el de la recuperación, podemos ver muchos cierres», comenta a este periódico el presidente de la Confederación Española de Comercio, Rafael Torres, que cifra en un 20% el número de empresas que han cerrado o están en riesgo de cerrar. Un porcentaje que podría crecer «si la inflación no se frena a medio plazo», añade. A su vez, las compañías juegan contra otra amenaza para las navidades: el posible desabastecimiento de productos ante el colapso del transporte internacional.
Luz, transporte, materias primas, salario mínimo
La subida de los costes operativos, como el precio de la luz, el transporte, las materias primas y, aunque en menor medida, el salario mínimo, ponen en jaque la supervivencia de muchas empresas. El comercio minorista sigue muy dañado por la crisis sanitaria. Los meses de cierres y restricciones no tuvieron un acompañamiento de ayudas por parte de la Administración –los 7.000 millones de ayudas directas todavía esperan ser repartidos en su totalidad–, mientras que la recuperación de la confianza del consumidor y de la demanda va a fuego lento, lo que casi las imposibilita para acompasar la subida de los costes operativos al del precio final.
Los márgenes de las empresas vuelven a estrecharse, poniendo en duda la rentabilidad de muchas de ellas. «Vender con escasos márgenes hará seguir en pérdidas a muchos negocios», afirma Torres. Estos, según informan a ABC, no pueden repercutir el 100% de la subida de los costes al precio final para el cliente, y menos en un contexto donde la demanda continúa en bajo mínimos. «Al producto no le pones el precio dependiendo solo del coste, sino que intentas adivinar lo que acepta el consumidor por él», explica a ABC el presidente de la patronal textil (Acotex), Eduardo Zamácola.
De esta manera, la posibilidad de que en estas fiestas navideñas los precios de los productos crezcan ante la subida de costes está descartada. «Los descuentos agresivos en el Black Friday continuarán. Venimos de un periodo muy malo para el consumo, con unos meses duros, y las empresas quieren acelerar la recuperación. Van a poner toda la carne en el asador para llenar otra vez las tiendas», señalan desde Anged, la patronal de las grandes empresas, que incluye a El Corte Inglés, Leroy Merlín e Ikea. En definitiva, los negocios tratarán de acaparar la mayor tesorería posible para afrontar sus pagos a corto plazo, aunque para ello tengan que sacrificar su rentabilidad.
Dar una vuelta a las rebajas
Con esta política de grandes rebajas por parte de las empresas, tanto el sector textil como el pequeño comercio piden que se dé una vuelta al concepto de las rebajas, ya que desde que en 2012 se liberalizaran, los descuentos se mantienen durante todo el año y se intensifican en el Black Friday y los meses tradicionales. «No podemos estar en una continua batalla de precios y desvirtuar el concepto de las rebajas. Estamos en un círculo vicioso con menos márgenes y rentabilidad», comenta Torres. Por su parte, el presidente de Acotex señala que «hemos acostumbrado al cliente a comprar con rebajas desde noviembre y eso no es sostenible en el tiempo».
Pero esta intención de lograr una mayor facturación puede encontrarse con un problema. El colapso del transporte de materias primas está provocando, además de una escalada de precios en los fletes, un desabastecimiento que pone en riesgo que algunos productos no lleguen en las cantidades esperadas. «Hay retrasos en la cadena de suministros, sobre todo desde el sudeste asiático. Seguimos teniendo dependencia y esto pone en jaque a las empresas. Están pagando los contenedores un 500% más caro que hace un año», sintetiza Oliver Giner, responsable de Promoción Exterior de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, sector que concentra el 60% de su facturación anual en estos meses.
«Sería una pena que pudiéramos vender y no podamos hacerlo por la falta de productos», explica Rafael Torres. Entre los que están más en riesgo se encuentran aquellos relacionados con la tecnología, electrodomésticos y electrónica. En juguetes, los que se prevén que sean los más solicitados son los que más peligro tienen de no poder abastecer a la demanda.