Bankia y Banca Cívica se enfrentan en el parqué a su segundo test de estrés
Las dos entidades deciden hoy si siguen adelante con sus salidas a Bolsa y marcarán el precio definitivo
MARIO AVELLANEDA
Bankia y Banca Cívica han respirado con alivio tras conocer que habían superado las pruebas de estrés europeas. Bankia aprobó con un 5,4 y Banca Cívica con un 5,6. Un respiro... por los pelos. Si se hubiesen incluido las provisones genéricas, la nota ... sería mejor, pero no fue el caso. Pero la carrera de obstáculos no ha terminado. Hoy, ambas entidades marcan el precio definitivo con el que saltarán al parqué esta misma semana. Y aunque todavía podrían dar marcha atrás, los analistas coinciden en que es poco probable.
El escenario es casi desolador. A la inestabilidad de los mercados hay que sumar una interminable crisis económica que atiza especialmente al sector financiero. Además, tres agencias de calificación atacan como buitres al Viejo Continente amparadas por la descoordinación de los gobernantes europeos y locales, lo que provoca que la prima de riesgo española se dispare hasta máximos históricos cada semana complicando, aún más, la financiación. En esta situación, los inversores ven en esta situación una oportunidad para ganar dinero y apuestan a la baja (las famosas posiciones cortas), etc... Desde cualquier punto de vista, un escenario en el que salir a Bolsa es, cuando menos, una atrevida opción. Aun así, Bankia y Banca Cívica esperan estrenarse en el parqué madrileño el próximo miércoles y jueves, respectivamente, y aunque lo hacen muy por debajo de su valor en libros, tratarán de lograr la capitalización que les exige el Banco de España. En concreto, la entidad que dirige Rodrigo Rato pretende captar entre 4.000 y 4.500 millones de euros, mientras la que encabeza Antonio Pulido espera conseguir entre 750 y 1.045 millones de euros.
Por debajo de precio
Una de las situaciones a las que ninguna empresa se quiere enfrentar es la de salir a Bolsa cotizando a un precio muy por debajo de su valor en libros. Bankia y Banca Cívica lo harán con un descuento cercano al 50%. El precio máximo para el tramo minorista que fijó la primera quedó en 5,05 euros y, en el caso de la segunda, en 3,80 euros. En ambos casos, en la parte alta de la horquilla de precios.
En el contexto actual, explican los expertos, el descuento con el que cotizan el resto de entidades del sector financiero español es una referencia para Bankia y Banca Cívica. Los dos nuevos bancos no pueden competir con el BBVA o Santander, que cotizan 0,94 y 0,87 veces su valor en libros, muy por debajo de lo que según los analistas deberían hacer.
Deben jugársela en su categoría —la banca mediana— y, teniendo en cuenta los descuentos en los que se mueven el Banco Sabadell (31%), Bankinter (19%) y el Popular (36%), los nuevos competidores no tienen otra opción que dar un atractivo añadido —más descuento— si quieren convencer a los inversores de que comprar las acciones de sus entidades es un negocio más atractivo que el del resto de la banca mediana española, explica Juan Luis García, de Inversis Banco.
La marca «España»
Otro ingrediente nefasto ha sido la marca «España». Los analistas explican que no es coherente que entidades como el BBVA y Santander, dos bancos que no tienen problemas de solvencia o liquidez, estén siendo duramente castigadas por los mercados. No es alarmante en su caso, pero tampoco lógico que los inversores sean más benevolentes con otros bancos europeos que han tenido más dificultades y, en algún caso, rescatados con dinero público. García es tajante: «Da igual que seas el mejor banco de España. Si la gente no quiere tener bancos españoles, no los va a tener».
El tsunami provocado por Italia la semana pasada en los mercados, y que situó la prima de riesgo española cerca de los 380 puntos básicos, puso cuesta arriba la carrera de obstáculos que Bankia y Banca Cívica están corriendo para conseguir el capital exigido. El tramo minorista —el de los particulares— está prácticamente cubierto. Pero el importante, que es el insitucional, es más reticente a entrar en entidades que no solo tienen un importante paquete de créditos dudosos, sino que además operan en una economía estancada.
Salir, sí o sí
Las cajas de ahorros ya pidieron en su momento al Banco de España que flexibilizara los plazos para captar capital, pero al supervisor le interesaba que el proceso se cerrara cuanto antes. Ahora solo queda la opción de salir sí o sí. Argumentan que visto lo visto nadie puede asegurar que en tres u ocho meses se disipe la incertidumbre que hay sobre los mercados. ¿Y si la cosa empeora? Mejor ahora que nunca. El problema es que ahora serán muchos platos para poca tajada.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete