Banca y fondos paralizan inversiones en España a la espera del nuevo Gobierno

«Sí hay inquietud inversora, tanto fuera como dentro de nuestras fronteras. Preocupa, sobre todo, un gobierno de coalición de izquierdas, en el que Podemos tenga un peso importante. Los inversores ya han vivido dificultades a la hora de poner en marcha proyectos en regiones donde gobiernan los populistas con el apoyo de otros partidos y no quieren repetir experiencia a nivel nacional», asegura el jefe de estrategia de un gran banco de inversión con operaciones en España.

Se trata, en realidad, de un suma y sigue , debido a que varios grandes fondos extranjeros, añaden las mismas fuentes financieras, ya habían congelado algunos de sus proyectos más significativos hasta enero, con la esperanza de que el resultado de las urnas disipara la incertidumbre política que ya achacaban todos los analistas.

Ahora bien, la elevada fragmentación y complejidad de los pactos necesarios para una investidura -sobre todo, entre los cuatro partidos que aglutinan la mayoría de votos, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos- han obligado a aplazar «sine die» el desbloqueo de fondos. En anteriores legislaturas, el tiempo medio desde las elecciones hasta la investidura fue de 35 días , pero nunca había habido un panorama tan complejo. Por tanto, la paralización de proyectos e inversiones podrían extenderse en el tiempo, incluso hasta pasado el primer semestre del nuevo año.

Las fuentes consultadas explican además que, precisamente, la recta final de año se antoja tradicionalmente como periodo clave en el que los inversores rotan sus carteras de deuda de cara al ejercicio siguiente. Pues bien, en vista de la actual incertidumbre, muchos gestores extranjeros han planteado a sus clientes no invertir en bonos españoles y pasar sus posiciones a los títulos soberanos de otros países, como refugio de su capital, a la espera de comprobar cómo evoluciona la situación. «La estabilidad es uno de los requisitos más valorados por los gestores a la hora de ejecutar inversiones y es lógico que las decisiones más importantes hayan quedado en ‘stand by’», asegura un alto ejecutivo de una de las firmas con proyectos «congelados» en nuestro país.

Entre las entidades que han optado por la prudencia se encuentran el banco de inversión francés Natixis y el suizo Credit Suisse , mientras otros grandes bancos de inversión si bien confirman su «esperar y ver», no han querido aparecer nombrados. Entre los grandes fondos internacionales destacan KKR, Fidelity, Blackstone y el fondo Kalion de Credit Lyonnais .

Las firmas de inversión internacionales con presencia en nuestro país consultadas coinciden al asegurar que uno de los peores escenarios sin duda sería un Gobierno del PSOE con el apoyo de Podemos y de partidos nacionalistas más radicales (como ERC) que pudieran influir en la toma de decisiones. Un escenario que sin duda el Ibex empezó a descontar el día después de las elecciones, con caídas de hasta el 3%, en algunos momentos de la sesión, en muchos de sus valores, sobre todo, aquellos de sectores regulados.

De hecho, los sectores que más pendientes están de lo que pueda ocurrir en el terreno político son la banca, el eléctrico y el inmobiliario, siempre influidos por la legislación del Gobierno de turno. No obstante, algunas fuentes recuerdan que dicha prudencia a la hora de invertir a medio-largo plazo en España ya se había dado antes incluso de la celebración de las elecciones autónomicas en Cataluña , donde aún, por cierto, no hay Gobierno ante la minoría de CiU condicionado al apoyo de la CUP. En este sentido, la consultora EY opina que los inversores habían descontado el resultado de las elecciones y que ahora esperan una política continuista, si bien reconocen que hay grandes operaciones que están paralizadas hasta el mes de febrero, sobre todo en lo que a fusiones y adquisiciones se refiere y, más concretamente, en el sector financiero.

Entre los bancos de inversión extranjeros con intereses en España no se respira aún excesiva preocupación. «Los inversores nos trasladan lo que sale de sus consejos y dicen que no descuentan escenarios dramáticos, pero que prefieren esperar», asegura un directivo de una gran empresa española con participación extranjera en su capital. Una pauta, dicen las mismas fuentes financieras, que se repite en muchos casos. Así, las operaciones de menor tamaño o mayor urgencia están saliendo adelante, pero las grandes transacciones se mantendrán a la espera, incluso a seis meses vista. «Es un parón temporal, hasta ver qué sale definitivamente de las elecciones», resume otro financiero.