La reforma de AENA al detalle

Vargas quiere estrechar esa diferencia, el ratio entre el ebitda y deuda. Para ello, se ha propuesto mejorar la primera variable en un 80% en un plazo de dos a tres años. Al mismo tiempo, acometerá un «plan agresivo» de recorte de costes, que hoy suponen 1.000 millones de euros solo en contratos con proveedores . Fuentes del grupo cifran este descenso en 200 millones de euros durante un periodo de dos años.

Por otro lado, en lo tocante a los ingresos, el grupo se ha propuesto aumentar en un 20% la cuantía percibida por la superficie comercial de los aeropuertos. Con este fin pondrá en marcha un programa para rentabilizar estos activos mediante nuevas licitaciones para los establecimientos de «duty free», restauración, explotación de aparcamientos y, probablemente lo más llamativo, la aplicación del modelo «walk trough» de otros aeropuertos (es decir, aprovechar los pasillos no utilizados para poner tiendas, un sistema similar al de la terminal 3 de Heathrow, en Londres) .

Estas medidas se simultanearán con la subida de las tasas aeroportuarias , que, como avanzó, contarán con un tope legal máximo para los próximos tres años (de 2013 a 2015) del IPC más cinco puntos . En 2012 este incremento ascendió hasta el 10,2% de media, que afectaron, especialmente, a los aeropuertos de Barajas y El Prat. «Estamos adecuando las tarifas a la realidad de las inversiones que se han hecho durante los últimos años», explicó Vargas, quien cuantificó estas inversiones en 18.000 millones de euros durante los últimos diez años.

La clave, a su juicio, es «racionalizar» esta política de infraestructuras, que ha dejado un legado de 18 aeropuertos sin apenas tráfico (menos de 500.000 pasajeros). «Debemos analizar si tiene sentido cerrar aeropuertos. Trataremos de que las medidas que adoptemos cuesten lo menos posible y que tenga sentido en un entorno de red».

Sin embargo, el presidente de AENA descartó que estos aeródromos sean «los causantes de los problemas de caja de la compañía» y avanzó que, con el propósito de que 30 de ellos logren un resultado positivo dentro de dos años, el ente trabaja en la «adaptación de la prestación del servicio a los niveles de demanda», lo que podrá incluir «evaluar horarios» . Y, aunque descartó que el coste de las plantillas de estos aeropuertos sea significativo, añadió que se buscarán «soluciones negociadas con los trabajadores» para aquellas infraestructuras donde se precisen ajustes.

« Primero hay que poner en valor AENA antes de evaluar un eventual proceso de privatización », insistió el directivo, quien admitió que el modelo no está «definido de momento»