Alsa se adjudica la explotación de los autobuses urbanos de Oporto

El consorcio catalán integrado por TMB y Moventis se había hecho acreedor a esta explotación conjunta a comienzos de este verano, pero las autoridades lusas anularon el proceso en vista de que una de las garantías financieras, de entre 10 y 20 millones de euros, brillaba por su ausencia.

Hace menos de un mes de esta circunstancia y, en todo este tiempo, se optó por abrir de nuevo el concurso, que ahora favorece al grupo español, que fue absorbido por la firma británica National Express hace una década.

En ambos casos, se trata de contratos a 10 años vista que resultan más ventajosos para el Estado portugués que los que supuestamente iba a poner en marcha el conglomerado con sede en Barcelona.

Fuentes oficiales no desvelaron la cuantía exacta del volumen de negocio, pero sí que permiten al Estado recaudar más dinero (exactamente, una cantidad superior a los 18 millones de euros) que con la propuesta catalana.

Los nuevos adjudicatarios se comprometen a garantizar el pago de unos 90 millones de euros anuales hasta la extinción de los contratos en 2025. Por cierto, la polémica no ha hecho más que comenzar porque las fuerzas sindicales han puesto el grito en el cielo a causa de semejante privatización.

Las protestas buscaban que la gestión permaneciera en manos públicas, pero la cercanía de las elecciones generales (4 de octubre) ha hecho que el Gobierno acelerase sus planes ya que su objetivo es reducir el déficit contraído por el Estado.