El 69 % de los directivos españoles creen que la corrupción está generalizada

Este porcentaje duplica el obtenido en los países de Europa occidental, donde sólo el 35 % de los directivos perciben estos comportamientos ; y supera la cifra de los países emergentes o de rápido crecimiento, donde lo hace el 61 %.

Así, España ocupa el puesto número 13 en la lista de países en los que sus directivos empresariales observan comportamientos poco éticos en los negocios, por delante de países como Italia, Egipto, Turquía o Rusia.

Croacia se sitúa a la cabeza de países en los que más se perciben estas prácticas mientras que Dinamarca está a la cola, ya que únicamente el 4 % de los encuestados adviertes estas prácticas.

Según recoge el estudio «Fraude y corrupción, ¿la manera fácil para crecer?», elaborado según 3.800 entrevistas realizadas a miembros del consejo de administración, directivos y otros empleados entre diciembre de 2015 y enero de 2015 en 38 países, el 56 % de los encuestados también reconoce que sus empresas han maquillado su información financiera.

En Europa Occidental esta práctica se reduce y sólo el 33 % reconoce haberlo hecho.

Además, el 46 % de los encuestados en España justifican el soborno si contribuye a la supervivencia del negocio, el 34 % ve con buenos ojos obsequiar con regalos personales para conseguir un negocio, frente al 16 % que opta por el pago en metálico, mientras que el 31 % prefiere compensar a través de entradas de fútbol, viajes y otros planes de ocio y entretenimiento.

Por otra parte, sólo el 46 % manifiesta contar con un documento corporativo anti sobornos y anti corrupción, frente al 59 % de la media en Europa Occidental.

El porcentaje de directivos que justifican el fraude y la corrupción ha aumentado en cuatro puntos porcentuales respecto al informe anterior, elaborado hace dos años por la consultora.

Ricardo Noreña, socio responsable del área de Forensic de EY, advierte de que la coincidencia de la realización de las encuestas con la aparición de nuevos casos de corrupción «modifica la percepción y ha podido influir en el resultado, aunque los datos se mantienen en la misma línea.

Según Noreña, la modificación del Código Penal, que entrará en vigor el próximo 1 de junio, «contribuirá en el buen gobierno de las empresas y a su buen funcionamiento», sin embargo señala que queda una «asignatura pendiente».

«El funcionamiento rápido de la justicia y que las autoridades tomen más medidas para recuperar los daños de las prácticas corruptas y para localizar y congelar activos es fundamental. Sino, la percepción que va a seguir existiendo es de impunidad. En delitos con amplia repercusión social y con cuantías importantes la sensación que hay es que sale barato», manifiesta Noreña