CaixaBank recortará en casi mil personas la plantilla de Barclays

Los ajustes se harán a partir de enero, y en un máximo de tres meses, y todos ellos en el negocio que se compra, no en la red de oficinas ni en la plantilla actual de la propia CaixaBank. Este fue el acuerdo alcanzado entre las partes implicadas en las negociaciones previas a la firma definitiva del acuerdo de compra-venta y que adelantó este periódico el pasado mes de julio.

Así, según las mismas fuentes, de un total de 270 oficinas de Barclays repartidas por toda la geografía nacional -la mayor parte, concentradas en la comunidad de Madrid, área especialmente decisiva para la compra, ya que La Caixa contaba con 692 sucursales a finales del año pasado, insuficientes para competir con los más grandes-, se cerrarán hasta 108, mientras que los recortes en plantilla afectarán a 960 personas de las 2.400 que tiene en total la división de la británica en España, la mitad, en los servicios centrales.

Según responsables del equipo de recursos humanos de Barclays, aquellos que tengan que abandonar la entidad británica lo harán en las mejores condiciones posibles, y en completo acuerdo con los representantes sindicales. Además, la compra lleva aparejada un coste de reestructuración de 300 millones de euros netos, que será compartido entre el comprador y el vendedor.

En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado lunes, CaixaBank aseguraba que confía alcanzar en 2015 unas sinergias brutas de 70 millones de euros con la compra de Barclays España. En 2016, las sinergias alcanzarían los 150 millones de euros. Estos ahorros de costes permitirían a la entidad catalana mejorar en un punto su ratio de eficiencia recurrente, una vez conseguidas el 100% de las sinergías, con lo que pasaría del 58% actual al 57%.

La operación de compra ha sido calificada por expertos financieros como de acertada y muy positiva para la entidad que preside Isidro Fainé, ya que le reporta un avance orgánico muy importante frente a sus directos competidores, Santander y BBVA.

Mientras, la agencia de calificación de riesgos Fitch aseguró ayer que esta adquisición por parte de CaixaBank tendrá un impacto «neutro» en la calificación crediticia de ambas entidades, informa Efe. Fitch señala en una nota que la búsqueda de crecimiento está llevando a una mayor consolidación en el sector bancario español, dando lugar a un menor número de entidades, pero mayores, eficientes y viables, lo que debe poner en una mejor situación el mapa financiero.

«El crecimiento y la escala son importantes para los bancos españoles en un duro entorno operativo», indica Fitch. La firma destaca que, con la compra de Barclays, CaixaBank afianza su liderazgo en banca minorista en España y su presencia en la Comunidad de Madrid.

Fitch considera asimismo que los riesgos de esta operación deben ser «manejables», teniendo en cuenta que CaixaBank acumula una amplia experiencia en integraciones de bancos en los últimos cuatro años, algunos de los cuales eran mucho mayores que los negocios de Barclays España. Cree también que el objetivo de ahorro de costes fijado es un reto si bien se muestra «más escéptica» sobre el objetivo de beneficios procedentes de la consolidación, por la aún debilidad del entorno económico débil.