Leasing y renting dan alas a la recuperación de las pymes y del empleo

Este repunte ya comenzó en la segunda mitad del año, cuando la reducción de arrendamientos se moderó y también lo hizo la morosidad de este tipo de instrumentos: del 9,33% en el que estaba en el tercer trimestre del pasado año, cerró 2013 en el 6,88%. El leasing financia la inversión de las empresas y permite destinar dinero a maquinaria, transporte o locales para las empresas, por lo que está muy ligado a la actividad productiva.

«Percibimos una suave mejoría en el leasing y el renting para profesionales y pymes. Los préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) también han ayudado estos últimos meses en su financiación», confirma Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) .

El renting, que supone el alquiler directo de bienes como equipos informáticos o coches para las empresas, también ha experimentado un crecimiento del 20% en este inicio de año, según la AELR. En 2013 se registró una inversión de 759,4 millones de euros, un 22% menos que el pasado año mediante estos instrumentos. Sumados leasing y renting, la asociación espera acabar 2014 en cerca de los 6.000 millones de euros.

«Este crecimiento se produce por el aumento de actividad, no tanto porque las entidades estén otorgando más créditos de este tipo. A fin de cuentas, el renting y el leasing son dos instrumentos que van ligados directamente al negocio de las pequeñas y medianas empresas y es un indicador de la actividad. Muchas empresas invirtieron justo antes de la crisis lo que, en su momento, les benefició para aguantar durante los últimos cinco o seis años. Ahora estas compañías deben renovar equipo para no perder competitividad con sus competidoras europeas, de ahí parte de este repunte», explica José Coronel de Palma, presidente de la AELR, que detalla que el renting ha aumentado respecto a los niveles pre-crisis pero debido a los sucesivos planes PIVE que se han aprobado desde 2009.

Como reflejo de los sectores que están saliendo de la crisis a mayor velocidad, han crecido las inversiones en maquinaria y producción industrial, en transporte y turismos así como en bienes médicos y de equipo mientras que en el inmobiliario continúa cayendo.

Al financiar actividades a largo plazo y tener menor morosidad que la bancaria, tanto renting como leasing son opciones que pueden empujar la inversión empresarial ante la persistente escasez de crédito que denuncia Amor: «El gran cuello de botella lo seguimos teniendo en créditos bancarios de menos de 30.000 euros, los que solicitan los autónomos. No hay que olvidar que a más de la mitad de los trabajadores por cuenta propia que piden un préstamo se les sigue denegando».