La nueva fórmula de actualización de las pensiones nunca recortará su cuantía

Por tanto, lo máximo que podría llegar a ocurrir en las épocas de vacas flacas, como las actuales, es que se congelen las pensiones o que estas suban menos que la inflación y que, por tanto, pierdan poder adquisitivo. Por el contrario, los pensionistas podrían beneficarse de las ganancias de productividad de la economía cuando las cosas vayan bien.

Toda la vida laboral

Para calcular esa actualización, y siempre con el tope de que nunca puede haber caída de las cuantías, se tendrán en cuenta la evolución del sistema durante los años previos y los posteriores . La cifra que barajan los expertos en considerar los cinco años anteriores y las previsiones para los cinco siguientes.

Los expertos también darán su receta sobre el cálculo de las prestaciones futuras. Abogarán por tener en cuenta la esperanza de vida para calcular la cuantía de la prestación en el momento de la jubilación.

Aunque en principio esto podría suponer elevar la edad de jubilación más allá de los 67 años previstos para 2027, hay otras fórmulas que pueden tener un efecto similar sobre el sistema. Se trataría de elevar el número de años que se tienen en cuenta para calcular la prestación. La nueva ley de pensiones, que entró en vigor en enero, prevé una ampliación progresiva desde los últimos 15 años de cotización, hasta los 25 en un plazo de catorce años. La idea que se baraja es acelerar estos plazos e incluso llegar a tomar las cotizaciones realizadas durante toda la vida laboral para calcular la cuantía de la pensión que corresponde. En la mayoría de los casos esto supone una rebaja de la cuantía de las prestaciones, lo que permitiría aliviar el sistema.

El Gobierno de Mariano Rajoy se ha manifestado en varias ocasiones contrario a elevar la edad de jubilación más allá de los 67, de hecho, el PP en la oposición se opuso a este incremento . De ahí que es probable que aunque los expertos recomienden jugar con ambas variables -la edad de jubilación y los años de cotización para calcular la pensión-, es probable que la decisión final del Ejecutivo pase por esta última opción.

De este modo, los nuevos pensionistas que accedan al sistema, a no ser que hayan abandonado el mercado laboral en los años cercanos a la jubilación, verán mermada la cuantía de la prestación. Eso sí, siempre podrán voluntariamente trabajar más allá de esos 67 años de edad legal de jubilación, para lograr mayor pensión.

La idea es que el próximo año las pensiones ya no se actualicen con el IPC, sino con este nuevo factor. Y para este año, el Ejecutivo no está muy preocupado dada la evolución de los precios. Los cálculos de los expertos son que 2013 podría cerrarse con una inflación por debajo del 1%, por lo que no habría que compensar a los pensionistas por la desviación del IPC.