¿Se está sobrecalentando la economía turca?
El déficit y el parón de la construcción frenan el espectacular crecimiento de los últimos años
daniel iriarte
«La economía turca sigue creciendo. Como economía emergente —insistía recientemente el viceprimer ministro de Turquía, Bekir Bozdag—, Turquía se convirtió en el país de más rápido crecimiento en Europa en 2010 , con un 9,2%, y una tasa de crecimiento del 8, ... 5% en 2011. Como miembro del G-20 , entre los países más desarrollados del mundo, fue el tercer país que más creció tras China y Argentina », aseguró en el marco de un foro de negocios con países de Asia Central. «Se ha ralentizado en 2012, pero sin embargo todavía seremos el segundo país que más rápido crece en Europa» , reiteró.
Bozdag, obviamente, tiene que vender «la marca Turquía» a los empresarios extranjeros . Pero su entusiasmo no es compartido por la mayoría de los especialistas , que han indicado su preocupación por los signos de posible sobrecalentamiento que muestra la economía turca . Incluso las voces más moderadas hablan de un «aterrizaje suave» o una «ralentización» del proceso de crecimiento.
El ministro de finanzas, Mehmet Simsek, admitió hace una semana que el crecimiento de la economía turca «no alcanzará el 3%» en 2012. Y eso que las expectativas del Gobierno, consciente de que la crisis en los países de la UE —con mucha diferencia el principal socio comercial de Turquía— iba a pasar factura también aquí, eran de un moderado 4%. El gran problema de la economía turca es el déficit, que pasó del 2% del PIB en 2009 al 10% en 2011 . Además, «en los últimos dos años, este déficit ha sido financiado con préstamos a corto plazo, lo que significa que Turquía se enfrenta a una pesada carga de una deuda externa del orden de 135.000 millones de dólares» durante 2012, indica Inan Demir, economista del banco Finansbank.
El crudo, un problema
Esto se debe, en gran parte, a la escasez de recursos energéticos con los que cubrir siquiera la demanda interna . «Dado que Turquía es un gran importador neto de petróleo , le afectan claramente de forma negativa los altos precios del crudo », según William Jackson, economista de Capital Economics, quien explica que las importaciones netas de energía de Turquía fueron en 2011 el 6% del PIB del país .
Este año, sin embargo, este indicador ha sido compensado en gran parte por un elemento inesperado: el «boom» en la exportación de oro , debido en gran medida a que el gobierno turco ha estado usando este metal precioso como forma de pago por las compras de petróleo para sortear las sanciones internacionales . Por ello (entre otras cosas) la exportación a países de Oriente Próximo ha crecido en torno a un 19% anual, compensando la caída del mercado europeo, pero los expertos indican que este no es un crecimiento totalmente orgánico, sino en gran parte coyuntural.
Además, parte de la expansión económica se ha debido al florecimiento del sector de la constru cción , y este ofrece ya indicios de agotamiento : mientras en 2011 creció un 11%, apenas lo ha hecho en 0,4% en el segundo trimestre de 2012. Otro problema es la amplia reducción del consumo privado doméstico , así como del gasto de capital del sector privado .
Un dato positivo es la reducción constante del desempleo , que pasó de una tasa situada en el 12,5% en 2009 a menos de un 10% este año. Lo mismo cabe decir de los índices de pobreza: el número de personas que viven con menos de 2 dólares al día ha caído de un 3% en 2002 a un 0,14 % el año pasado. Sin embargo, esto no se ha traducido en una reducción significativa de la desigualdad: Turquía es el tercer país más desigual de los 34 miembros de la OCDE , y persiste una diferencia abismal entre el oeste y el este del país.
Según S&P’s, la economía turca es «vulnerable a salidas súbitas de capital financiero y riesgos de refinanciación externo », debido al déficit, que la Comisión Europea estima que seguirá siendo del 8,7% del PIB en el próximo 2013. «Esto representa una necesidad de una vasta entrada financiera externa, en un período de crecimiento global lento y mercados financieros frágiles. El riesgo de una caída disfuncional en la tasa de cambio de la lira turca, con todas sus consecuencias negativas para la economía, sigue siendo importante», asegura este organismo.
Las autoridades turcas son muy conscientes de esta situación, y las políticas fiscales y monetarias vienen siendo más restrictivas que antaño, y han logrado contener la inflación. A pesar de ello, los frentes abiertos son numerosos. 2013 va a ser el año crítico que determinará si la pujanza de Turquía es real, o ha sido un espejismo pasajero.
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