roland garros
Gasol, con los Nadal
El pívot sufre y celebra el éxito desde el poblado palco de la familia del campeón
Gasol, con los Nadal
Sobre la bocina, la espigada figura de Pau Gasol busca asiento en la zona noble de la Philipe Chatrier, acompañado por su novia y repartiendo abrazos entre el clan de los Nadal. Hoy están todos, lleno absoluto en un palco perfectamente estudiado, con ... los hombres en primera fila para aconsejar y alentar al número uno del mundo, observado por las mujeres —madre, hermana, novia y tías— con atención. Grita como ellos el gigante Gasol, tejanos y camiseta talla XXXL, un incordio para la señora que se sienta detrás porque ha perdido buena parte de la vista. Le limitan los 215 centímetros del pívot de los Lakers.
La central parisina presenta más banderas españolas que nunca, achicharradas en la grada superior antes de que aparezcan los nubarrones. Festejan y exclaman el manido «¡Vamos, Rafa!» , pero resulta insuficiente porque Francia va con Federer, el preferido y del que se han acordado los medios locales una vez Djokovic está fuera. A cada revisión de punto por parte del juez de silla, silbidos si la decisión beneficia a Nadal, que en su parlamento, siempre tan correcto, se dirige a la grada en francés para dar gracias.
Hasta ese punto, hasta el revolcón por la tierra que le convierte en campeón, la grada pasa a ser como un estadio de fútbol. «Este partido, lo vamos a ganar», explotan los españoles, divertidos y seguros del éxito. En momentos de tensión, un recuerdo profundo para otro grande: «Vamos, Rafa, con el espíritu de Severiano». Brindis a Ballesteros, claro está, fallecido recientemente e ídolo de un Nadal que sintió mucho su muerte .
En el palco presidencial, José Luis Escañuela, presidente de la Federación Española de Tenis, conversa con Manuel Santana, Jan Kodes, Jim Courier —entregó el trofeo— y Guga Kuerten, homenajeados por sus legendarios éxitos del pasado. Después del «¡campeones, campeones!», foto de familia con un invitado de lujo: Gasol, tan feliz como los Nadal. Ayer fue uno más.
Ver comentarios