Federer resurge a tiempo

Atrás quedaron las molestias en la rodilla y en la espalda. Atras, esas tardes en las que un set en contra era suficiente para dejarse llevar. Esto es Wimbledon. Federer había llegado a la ronda de cuartos sin perder ni un solo set y aseguraba pelea hasta el último día, libre el camino de Novak Djokovic, quien le negara la gloria hasta en dos ocasiones (2014 y 2015) . Sin embargo, la batalla contra Marin Cilic se pareció mucho al último enfrentamiento entre ellos: en el Masters 1.000 de Cincinnati. El croata utilizó su servicio para perforar la moral del suizo y logró un 95 por ciento de efectividad en el primer set. Apoyado en errores que el suizo no podía permitirse en estas alturas de torneo, el tie break de la primera manga fue casi monólogo de Cilic, que se aupó hasta el 5-0 para terminar sentado con un 7-4 a favor.

La intensidad en el primer golpe del croata continuó en la segunda manga. También los fallos del suizo, que no se acababa de encontrar cómodo en la central de Wimbledon. Frustrado con su raqueta, se le vio mover la cabeza en señal de desaprobación en más de una ocasión, más frustrado que de costumbre , signos evidentes de que su tenis no era el que necesitaba para este partido. Con un tempranero break, Cilic orientó el segundo set a su favor, pues al resto, Federer no fue capaz de hallar resquicios en su rival.

Se levantó la grada en el tercero. El suizo reaccionó y comenzó a sacar partido a su mejor tenis. Aún con lagunas, se ganó un break al principio del set que elevaron su confianza. También el público ayudó, con gritos de «Go, Roger, go» , pues querían ver a su campeón, el de los siete títulos, un pasito más cerca de la final. La tradición en Wimbledon también se nota en eso, en quién es el favorito en el torneo.

Correspondió el suizo, alargando el partido hasta el cuarto set, donde siguió batallando. Sin embargo, Cilic continuó con un buen porcentaje de primeros servicios, un primer golpe con el que dominaba a su rival desde el inicio y lo desplazaba para dejar que el segundo fuera definitivo. Demasiado tirón para un Federer que comenzó a sentir cierta tensión en sus piernas: se le vio haciendo algún ejercicio de estiramiento mientras esperaba a su contrincante.

El croata olió las heridas y quiso apuntillar al suizo en el décimo juego del cuarto set, cuando restaba para ganar. Se lo jugó a todo por el todo desde el resto y se ganó una bola de partido. Federer respondió como pudo y alargó el partido con más fe que fuerzas. Nada pudo hacer en el servicio del croata para hacerse con el break y volvió a estar contra las cuerdas en su siguiente turno de saque. Otra bola de partido que levantó para alegría de la grada.

No le había ido nada bien el primer tie break del partido, y quiso mejorar en esta segunda oportunidad, la última para asegurar el definitivo set y quizá tener la oportunidad que Cilic le había negado en los dos primeros. Sin embargo, entregó un minibreak al principio del desempate, lo que dificultaba la tarea, que ya de por sí se presentaba gigantesca.

Pero el campeón de 17 Grand Slams quiere sumar uno más y sabe que esta es una de las últimas oportunidades para alcanzar ese número. Afrontó una tercera bola de partido y se ganó cinco de set para que el partido se decidiera en el quinto set. Una proeza que hacía mucho tiempo que no protagonizaba. La última vez, en los cuartos de final del US Open, contra Gael Monfils. Terminó ganando el encuentro.

Y el guión se repitió en Wimbledon. Desequilibrado Cilic por las oportunidades perdidas, Federer logró un break que terminó siendo definitivo para sus intereses. El número 3 del mundo se levanta de dos sets en contra por décima vez en su carrera, supera tres bolas de partido y se gana una plaza en las semifinales , las número 11 en Grand Slam, con las que iguala a Jimmy Connors en lo más alto de la lista. Y más datos para su impresionante carrera: vencer a Cilic le ha supuesto su victoria número 307 en Grand Slam, más que nadie.

Quizá sea el último tren para Roger Federer en Wimbledon, pero el suizo no está dispuesto a perderlo.

Quien no pudo certificar una remontada semejante fue Jo-Wilfried Tsonga. El francés se vio superado por Andy Murray en los dos primeros sets y batalló hasta qu ela falta de luz amenazara la suspensión del encuentro en el quinto set. Sin embargo, el ídolo local no quiso alargar el encuentro a otro día y se deshizo con un aplastante 6-1 para asegurarse la semifinal en el torneo (7-6 (10), 6-1, 3-6, 4-6 y 6-1).