Muguruza vuelve a fallar en casa

El sueño parecía complicado desde el inicio. Más errores que juego fue la tónica de los primeros compases del encuentro. A contracorriente, tuvo que batallar con todos sus recursos para levantar una ventaja en contra de 3-5 y saque para la rumana. « Siempre hay más presión por jugar en casa , pero quiero hacerlo bien», decía convencida porque su tenis reclama más portadas. También ella en la noche madrileña.

Despejados los fantasmas, Muguruza se soltó y comenzó a atacar desde el resto para desequilibrar a la rumana. Los fallos, entonces, pasaron a la raqueta rival y la española enlazó puntos fantásticos de fuerza, agresividad y técnica para levantar a los aficionados. También para conseguir revertir el resultado y conquistar el primer set por 7-5.

Quedaba una montaña todavía por escalar, que se hizo más empinada porque lejos de ganar confianza, Muguruza no encontró el ímpetu de la primera batalla ganada y encadenó de nuevo una mala racha de juego. Errores consecutivos que volvieron a obligarla a la remontada . Lo intentó, con todo, de nuevo con la mentalidad enfocada en la victoria, hasta llevar el encuentro hasta el tie-break. Allí, los nervios, los malos gestos y la presión agarrotaron su brazo e impidieron que culminara la remontada en una noche que ya se presagiaba mágica.

Todavía pensando en esos golpes que podían haberle dado la sonrisa en el segundo set, a Muguruza le pesó demasiado el brazo en el tercero. No supo olvidar el pasado y le volvió a atenazar en los puntos decisivos. Dejó escapar el empate y se enredó con 42 errores no forzados al final del encuentro. Demasiados fantasmas que terminaron con su raqueta golpeada por la frustración. Tiene tenis, y el cuadro se le abrió tras las derrotas inesperadas de las número 1 y 2 del torneo: Angelique Kerber y Agnieszka Radwanska, pero a Muguruza le falta un paso de confianza para atravesar un techo que se le resiste de nuevo en el Mutua Madrid Open 2016.