Una final con mucha magia

Halep parte como favorita . Con la cabeza puesta en cada partido, ayer venció con autoridad a la australiana Stosur (6-2 y 6-0) por séptima vez, a pesar de un primer set en el que recordó a John McEnroe al lanzar su raqueta contra la tierra tras cometer errores en algun intercambio. Hoy puede incluir su nombre en el palmarés del torneo después de haber llegado a la final en 2014 y despedirse a las primeras de cambio en sus otras participaciones.

La señalaban como candidata entre las favoritas y llegó a Madrid con el objetivo de recuperar su mejor versión tras un comienzo de temporada en el que reconoció haber temido por su salud, pues se le acumularon varias lesiones: un virus estomacal, una desviación nasal y un problema en su pierna izquierda.

Comenzó en el mundo del tenis con tan solo cuatro años, y a los 23, en 2014, alcanzó el número cinco de la WTA convirtiéndose en la mujer que más alto ha llegado en este ranking de su país (llegó a ser número dos). Su juego conquista a los aficionados y sus rivales saben que es agresiva. Aquí ha conseguido ser la única cabeza de serie en pie jornada tras jornada, aunque ni siquiera eso parecía desconcentrarla. Siempre con una sonrisa, no abandonó la seriedad y durante todo el campeonato la rumana repitió que lo único que quería hacer era jugar su mejor tenis , y lo ha conseguido. Para celebrarlo, invitó anoche a la Prensa a unas cervezas durante su comparecencia.

Frente a ella, Dominika Cibulkova, que está en la final por méritos propios . Este podría ser el primer título de su carrera en tierra batida, también el primero que consigue de la categoría Premier Mandatory. La temporada pasada sufrió una lesión que le alejó de su mejor nivel, pero en la tierra de Madrid ha demostrado estar de nuevo en el buen camino. Ayer se gustó y se coló en la final. Una victoria para su 27 cumpleaños que festejó en la pista central doblegando a Louisa Chirico (6-1 y 6-1) en un partido en el que el público vibró con los gritos de la eslovaca, que punto tras punto soltaba su característico «pome!» («¡Vamos!» en castellano).

Su juego es rápido, agresivo y las enemigas no le intimidan . Cibulkova no ha escondido nunca que es consciente de que cuando juega a su mejor nivel puede vencer a cualquiera. Dejó fuera en la primera ronda a la favorita, Agnieszka Radwanska. A partir de ahí ha encadenado remontadas, pues en todos sus cruces comenzó abajo en la primera manga. Un torneo lleno de épica en el que se ha reencontrado con su mejor versión . «Necesitaba hacer algo grande y eso es lo que está pasando aquí», reconocía. Tras conseguir su plaza en la ronda definitiva, dejó claro que no le importaba quién estuviera al lado de la red. Aunque ha sido una de las sorpresas de este torneo, está preparada para ponérselo difícil a Halep.