Murray frena la reacción de Ferrer

Aunque hay algo de emoción al final, el encuentro se desnivela definitivamente con el primer set, prolongado hasta un tie break que irrita a Ferrer. Es un parcial de idas y venidas, con roturas por doquier, y Murray tiene incluso saque para llevarse el set con 6-4. Sin embargo, el español reacciona, una entrega más de fuerza, e incluso tiene dos bolas de set con 6-5. Falla y en el juego decisivo va siempre a remolque.

Lo celebra Murray como merece, un tenista distinto al de antes, más convencido y apoyado por los consejos de Amelie Mauresmo. Desde que el británico se casó, no deja de cantar victorias y en tierra sigue intratable, campeón este año en Múnich y en Madrid . Genial evolución en una superficie que le daba alergia.

Hay un bloqueo de Ferrer en el segundo, perdido y desesperado al entregar el tie break. No acaba de subirse al tren y Murray se impone con aparente sencillez, un pasito más cerca de alcanzar otra vez las semifinales en la arcilla de Roland Garros.

Y parece que roza la victoria al ponerse con 3-0 en el tercero, un mundo de distancia entre ambos. Pero no, está prohibido enterrar a Ferrer, héroe anónimo que resurge y nivela la pelea. Siempre contra las cuerdas, es capaz de salvar incluso una bola de partido y pone a la Lenglen patas arriba. Y más cuando rompe y pone el 7-5, siempre una bola de más. Así es Ferrer.

El problema es que no le da la continuidad necesaria y acaba fundido, mil gestos de desaprobación porque nada le sale. Ferrer pierde el paso y Murray se pone con 5-0, esta vez sí que sí. Un 6-1 final doloroso para dejar al torneo sin españoles.