Nadal sigue muy firme en Basilea

Si el saque había sido la clave del tenista francés, 120 del mundo , para batir a Edouard Roger-Vasselin, el saque fue su condena ante Nadal. Once dobles faltas lo condenaron a rotura tras rotura. Cuando ponía la pelota en juego, sus nervios le impedían desplegar su tenis con seguridad. Cuando llegaba la confianza, ahí estaba Nadal para terminar con cualquier intento de sorpresa.

Fue el balear muy superior en todos los aspectos del juego. Se movío con rapidez para que los puntos estuvieran siempre bajo su control. Sufrió un poco con su servicio en la primera manga, pero el resto de sus golpes lo arreglaban de inmediato. Especialmente rápida su derecha, con la que ensanchó la pista para hacerla inabarcable para el francés.

Apenas 27 minutos duró el primer set. Una volea de apariencia sencilla se quedó en la red de Herbert, que no encontraba respuestas ni en su palco ni en su raqueta a todas las preguntas que le planteaba el balear. Fue una buena lección para el 120 del mundo, pero apenas pudo disfrutarla porque su intranquilidad le desbarató todos los planes de hacer un juego regular.

Apenas 29 minutos duró el segundo set. Con todo perdido y 5-1 en contra, Herbert soltó por fin el brazo y consiguió las dos primeras bolas de break a su favor. De nada le sirvieron porque Nadal no estaba dispuesto a pasar ni un minuto más del necesario en pista. Con dos derechas ganadoras, el número 3 del mundo se planta con firmeza en cuartos de final de Basilea.