Bautista impulsa a España

No hubo infierno ni nada parecido en Sao Paulo. Las gradas estaban completamente despobladas y ni siquiera hubo emoción en los himnos , desangelada ceremonia para una competición que se sostiene precisamente por el sentimiento. Bautista, sin embargo, entendió que también hay que jugar este tipo de encuentros y cumplió sin mancharse, arrollador desde el peloteo.

El castellonense, quince del mundo después de un año notable, no necesitó grandes florituras para desconectar a un enemigo menor. No hay palmarés ni victorias de peso en la carrera de Dutra Silva, un jugador de 30 años que ahora es el 201 de la ATP (llegó a ser 84 en 2013) y que fue un muñeco en manos de Bautista.

La proyección de Bautista invita a ser optimista, muy buenas maneras para un español atípico que lleva dos trofeos este curso (Stuttgart y Hertogenbosch) . Se expresó muy bien en la tierra de Sao Paulo (se jugaba bajo techo), aunque es verdad que él se siente cómodo en las superficies rápidas, diestro de golpeó plano y agresivo. Empezó en 2014 como 73 y ahora está entre los mejores, a la espera de títulos mayores.

Después de su desagradecido debut en la Davis (perdió sus dos puntos ante Alemania), en Brasil ha cumplido como se esperaba de él. Carlos Moyá, que ahora tampoco ha podido contar con Rafa Nadal y David Ferrer , le otorgó la condición de número uno y respondió como tal. Una paliza sin paliativos.

Empezó con un 6-0 y en el segundo set se puso con 5-0, once juegos del tirón para decidir el pulso. Cuando Dutra Silva ganó su primer juego lo celebró como si fuera el gol del Mundial, admitiendo la superioridad de su sólido contrincante. Porque Bautista transmite seriedad y seguridad, únicamente alterado por un apagón en el tramo final (perdió dos veces su saque). En una hora y 31 minutos, quedó resuelta la desigual batalla y España ya manda en Brasil.