Nadal supera en su debut a Klizan

Allí lo espera Lukas Rosol, su verdugo de 2012 , el que inició un camvario de más de siete meses pendiente de sus rodillas. Pero el saque del balear (72%) no admite miramientos en esta edición de 2014 -logró seis «aces»-. Más confiado porque el físico le permite encontrar soluciones a los problemas, también sus golpes hacen más daño. Se lo hizo a Klizan, que no pudo aguantar la presión ni el vértigo de haberle ganado un set al número uno del mundo - segundo cabeza de serie en Wimbledon -, y pagó el esfuerzo ante el buen movimiento de piernas que desplegó el de Manacor. Ambos jugadores se resbalaron varias veces, todavía muy bien la hierba en la pista central del All England Club, y la diferencia del ranking se notó en la picardía. Aun desde el suelo, Nadal pudo levantarse a tiempo de devolver todos los tiros del eslovaco e incluso firmar puntazos de vértigo. Por contra, Klizan vio el suelo en varias ocasiones y en ninguna de ellas supo imprimir velocidad a sus movimientos para evitar el punto de su rival.

Han sido casi tres horas de partido, pero aparte del sudor, no se vieron reflejadas en el rostro ni en la rapidez de reacción del balear. Muy seguro desde atrás, solo el drive se le atascó en algún momento. Sus piernas, sus rodillas y su espalda contrarrestaron los fallos y demostraron que el cuerpo le responde con garantías. A pesar de los 25 errores no forzados que firmó, la mayoría en el último set, también de su raqueta salieron 36 golpes ganadores, y una soltura de gato en la red, pues logró 17 puntos de las 23 ocasiones que subió a presionar a su rival con la volea. Klizan logró un golpe ganador más, pero se enredó demasiado cuando subió a la red -solo logró 9 de 19 puntos.

Buenas sensaciones en el palco del balear, y en su tenis, con ciertos desequilibrios todavía en su aterrizaje en la hierba, en la que solo ha ganado un partido ante Tommy Robredo , pero contundente desde el servicio. Wimbledon se alegró de su gran regreso. En segunda ronda, un rival de ingrato recuerdo: Lukas Rosol, verdugo del manacorense en 2012. Pero esto es 2014, y los fantasmas parecen haber quedado muy atrás en la cabeza de Nadal.