Wawrinka anula a Ferrer

Desde el primer intercambio, Wawrinka advirtió de cuál sería la tendencia de la semifinal. Aceptó que Ferrer le cargara al revés y el suizo explotó ese golpe tan soberbio, un impacto limpio y a una mano que da gusto ver. Lo ejecutó a la perfección cuando lo tuvo que cruzar y torturó a un Ferrer reducido, nada que ver con el Ferrer que derrotó el viernes a Nadal .

El alicantino, ahora sexto del mundo, no esperaba semejante inicio de su rival. Wawrinka, en modo efervescente, le castigó hasta el punto de estirarse con cierta facilidad en el marcador, sólido en todos los aspectos del juego. A Ferrer, por su parte, le abandonó el primer saque y le pegó demasiado corto, más lento de piernas que de costumbre. El 6-1 del primer set fue inapelable. [Narración y estadísticas]

El partido fue siempre lo que quiso Wawrinka , alentado por una estadística demoledora: firmó 16 ganadores en la manga inaugural por sólo uno del español, dato esclarecedor de lo ocurrido en la pista. Puso el listón altísimo y jamás se acercó Ferrer, resignado y a la espera de que bajara el nivel del helvético.

Mejoró ligeramente el alicantino, convenciéndose a base de «¡vamos!» para encontrar el equilibrio y forzar peloteos más largos. Logró algo de profundidad y planteó batalla, al tiempo que Wawrinka perdía algo de frescura en sus movimientos y cometía más fallos, y la semifinal cobró algo del interés que faltó antes.

Sin roturas, se llegó al tie break, todo o nada para Ferrer. Pero pronto se le complica el camino, descolgado con un 3-0 desalentador que le obliga a apurar al máximo. Wawrinka, impresionante con el primer saque durante toda la tarde, no dudó jamás y alzó los brazos para acceder por primera vez a la final del torneo de Montecarlo y optar a su primer Masters 1.000.