Coto cerrado a las redes sociales

No es algo casual. Los deportistas se han venido sumando a la moda de Twitter -la popular aplicación de microblogging- y a redes sociales como Facebook y han roto con algunos parámetros mediáticos. Rueda de prensa, comunicado. Comunicación a todos por igual. Ahora, se dirigen directamente a sus miles e, incluso, millones de seguidores. Les contestan e informan de su vida diaria. Cristiano Ronaldo anunció su paternidad a través de estas herramientas. Y la prensa se hizo eco de la información. A posteriori.

Conforme el uso de las redes sociales por parte de los deportistas de élite va tomando relevancia, muchas federaciones y clubes quieren echar el candado. Quieren evitar conflictos, controlar el flujo informativo o los despropósitos. Ya lo advirtió el internacional Carles Puyol , quien confirmó en mayo que los jugadores de la Selección española no podrían utilizar estos canales durante el Mundial de fútbol de Sudáfrica. Decisión directa del propio Vicente del Bosque.

Andrés Iniesta también lo comunicó desde su página de Facebook : "Nos han pedido que no entremos en Facebook ni Twitter desde ahora hasta que se termine el Mundial. Volveremos a vernos por aquí en cuanto acabe el torneo para nosotros, que espero que sea el 11 de julio".

Pero en Sudáfrica no fue la única selección que trató de evitar cualquier tipo de filtración. La Federación holandesa prohibió a sus jugadores usar Twitter después de un episodio protagonizado por el delantero Eljero Elia , a quien le acusaron de vertir insultos. El jugador utilizó la expresión "marroquí canceroso" en referencia a un amigo suyo mientras jugaban a un videojuego. Lo que parecía una broma quedó en un castigo.

Si de fútbol se habla, el Manchester United quiso hacer borrón y cuenta nueva a principio de año con alguno de sus jugadores, fanáticos de las redes sociales, como Ryan Giggs o Rio Ferdinand . Y todo por la dura derrota a manos del Manchester City.

Los comentarios en Twitter de los futbolistas ya han protagonizado varios escándalos en la Premier League. Uno de los más célebres fue el de Darrent Bent , actual jugador del Sunderland, que despotricó contra su presidente en el Tottenham Hotspur, Daniel Levy, cuando intentaba marcharse del equipo durante el verano del 2006: "¿Quiero ir al Hull City? NO ¿Quiero ir al Stoke? NO ¿Quiero ir al Sunderland? SÍ, así que deja de joderme Levy", publicó Bent en su perfil.

En otros deportes también ha sucedido lo mismo. Desde hace un año, la NBA tiene puesto el cartel de "cerrado" después de algunos escándalos protagonizados por alguno de sus jugadores. Las confidencias de Shaquille O’Neill , LeBron James o Kobe Bryant aparecen en alguno de estos canales. Pero la historia tiene 'truco'. La prohibición comienza desde 45 minutos antes del partido hasta el final de las ruedas de prensa.

Desde que los Miami Dolphins lo pusieron de moda, seis equipos de fútbol americano de la NFL han prohibido en sus instalaciones el uso de estos nuevos medios de comunicación. Algunos de ellos han extendido la prohibición a los periodistas con el objetivo de que no faciliten información a los equipos rivales sobre las tácticas entrenadas durante la semana.

Una de las deportistas más perjudicadas por el uso del Twitter es la nadadora australiana Stephanie Rice , que no sólo perdió su único contrato de patrocinio sino que, además, tuvo que devolver un coche valorado en 70.000 euros por culpa de un comentario homófobo publicado en su perfil.

Las Federaciones deportivas han comenzado a tomar cartas en el asunto, y comienzan a verse las primeras sanciones por el uso "inadecuado" de Twitter. Los jugadores de criquet Kevin Pietersen y Dimitri Mascarenhas fueron multados por sus comentarios sobre la selección inglesa. Mascarenhas, además, ha sido suspendido durante dos semanas por la Federación de Cricket de Gales e Inglaterra.

El último veto ha llegado en el golf. Los capitanes de los equipos de la Ryder Cup , en la que se enfrentan golfistas europeos contra estadounidenses, han aconsejado a sus compañeros no "twittear" durante la competición para "evitar problemas" . "Hemos decidido como grupo no escribir en Twitter esta semana. Pero seguro que de aquí a una semana, habrá mensajes por todas partes", sentenció Corey Pavin, capitán del equipo estadounidense. Y es que, a pesar de las prohibiciones, la conversación sigue en Twitter.