Sevilla FC
Oraciones y calculadoras
El Sevilla, por motivos de extraña naturaleza, viene autoflagelándose año y medio sin escrúpulos. Y todo tiene un límite, claro
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Iniciar sesiónPues hay que ponerse serio. Mucho. Toca echar mano de la calculadora y que rece el que sepa y crea. El fútbol es un juego hasta que las orejas del lobo nublan todas las salidas. El Sevilla , por motivos de extraña ... naturaleza, viene autoflagelándose año y medio sin escrúpulos. Y todo tiene un límite, claro. El tiempo se agota y la afición, como el equipo, raya la desesperación. No hay chance ni para mantener la media sonrisa un par de semanas seguidas. El horizonte tenebroso, lejos de diluirse, se ve cada vez más denso. Ni Lopetegui, ni Sampaoli. Ni Castro, ni Del Nido. Ni Monchi… nadie parece capaz desde dentro o desde fuera de cortar una hemorragia depresiva peligrosísima.
El Sevilla ha ido a meterse en una pelea yerma para sus costumbres como la de eludir un descenso a la Segunda división justo en la peor campaña posible, cuando todos los implicados de abajo ganan más de lo ordinario. La carrera es agobiante , como una especie de quema de colosos, con clubes de postín como el Valencia o el propio Sevilla inmersos en la irritante huida… o en el intento. Parece mentira que el conjunto de Nervión, después de activarse con Sampaoli y enlazar cuatro triunfos seguidos en LaLiga en el Sánchez-Pizjuán , vuelva a estar en un abrir y cerrar de ojos a dos puntos del abismo . ¿Tan desastrosa fue la primera parte de la temporada? ¿Tan rematadamente mal se hicieron las cosas? Parece que sí. Es la constatación de que deshacer el entuerto va a costar sangre, sudor y lágrimas.
La derrota ante el Osasuna reunió todos los ingredientes de un cóctel explosivo y enormemente dañino. Errores de planteamiento y en los cambios del entrenador, carreras de pollos sin cabeza, 'papelón' con instrucciones otra vez y desacato a la autoridad del míster por parte del Huevo Acuña (razones de peso tenía el hombre), cabreo monumental de la grada, fallos y pérdidas de control perpetrados por los que nunca se equivocan como Bono y Fernando , y para rematar, un rival que se llevó todo el botín jugando con los suplentes y con la cabeza puesta en una semifinal que le aguardaba tres días después.
El Sevilla tiene 25 puntos cuando la primavera ya va amagando con aflorar en la ciudad. La cifra y el contexto provocan tembleques. Intuyendo el alto precio al que se va a poner esta permanencia, a los de Nervión les hará falta como poco ganar seis partidos más para alcanzar los 43 puntos y evitar una hecatombe histórica. Seis victorias son, para hacerse una idea, las que ha conseguido el equipo en todo lo que llevamos de liga… quedan 15 jornadas.
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