El doble filo del glamour antes de un derbi trascendental

El Sevilla FC quiere superar el trámite contra el City sin escarbar más en su propia herida, reforzando la moral en la medida de lo posible, preservando su imagen ante los focos del mayor torneo continental. Cualquier pasito adelante sumará en la reconstrucción. Nadie duda de que un buen papel en el Etihad, por incómoda que caiga la cita en el calendario, ayudará. Lo contrario sólo contribuirá a engordar la hemorragia depresiva. Pese a todo, no es fácil orientarse en el laberinto por el que deambula el Sevilla FC. Resulta extremadamente complicado abstraerse de la palmaria realidad que señala al partido del próximo domingo como el único trascendente de la semana, compromiso que para más inri se encarna en un derbi ante el eterno rival más en forma que se recuerda. Han saltado todas las alarmas en un escenario tenebroso y difícil de conjeturar incluso por los más pesimistas: el equipo llegará al duelo del Villamarín en puestos de descenso tras haberse consumido ya un tercio de LaLiga. Sólo 10 puntos ha obtenido el cuadro de Nervión en las 12 jornadas disputadas. Un horror. Hay que retrotraerse a la era de Carrión y Marcos Alonso en la 1999-2000 para divisar algo parecido, cuando en aquella campaña de infausto recuerdo el club perdió por última vez la categoría en Primera división.

Las urgencias apuntan al Betis el domingo. El Sevilla FC tendrá esa bola de partido y otra más con la Real Sociedad tres días después en el Sánchez-Pizjuán para evitar plantarse en el parón por el Mundial con el inquietante cartel de equipo en descenso durante un mes y medio. Antes, toca dar la cara en la casa del campeón de la Premier y serio aspirante a levantar la Champions. Como consuelo para los sevillistas, Guardiola hará rotaciones y probaturas, aprovechando que el grupo ya está decidido y el City tiene una plaza de cabeza de serie garantizada en los octavos de final. El técnico catalán dará minutos a aquellos futbolistas que no juegan habitualmente, como el portero Stefan Ortega, el lateral Sergio Gómez o el delantero Julián Álvarez.

Guardiola, en este sentido, confirmó ayer que no alineará a su gran estrella, Erling Haaland : «No, no está disponible aún. Se siente mejor en comparación con el sábado y el domingo. Pero no al cien por cien y no queremos arriesgarnos; no tiene sentido. Con suerte, volverá para el próximo partido ante el Fulham», explicó. La baja del delantero es un alivio absoluto para el equipo sevillista, que ya sufrió al noruego en el partido de la primera vuelta en Nervión, donde anotó un doblete, y en la eliminatoria de octavos del mismo torneo en la 2020-21, cuando Haaland aún militaba en el Borussia Dortmund y le hizo cuatro goles a los sevillistas en los dos partidos.

En el Sevilla, la principal novedad del grupo que comanda Jorge Sampaoli es el regreso entre los citados de Youssef En-Nesyri , lesionado en el anterior encuentro europeo ante el Copenhague y ausente el pasado sábado ante el Rayo. También podría tener minutos el canterano Carlos Álvarez , que viene ejercitándose en los últimos días con el primer plantel y ha llamado mucho la atención del técnico argentino. Hay que recordar, por otra parte, que no estará disponible Óliver Torres, no inscrito en la competición por decisión del anterior entrenador, Julen Lopetegui. Sin nada en juego, más allá de ganar sensaciones (que no es poco), Sampaoli optará en buena medida por las rotaciones y dosificar minutos mirando a LaLiga y al derbi sevillano contra el Betis del próximo domingo.