Riesgos innecesarios y de pretemporada

Jugó en el alambre el Sevilla y en sus errores soporta la pena, pretencioso a la hora de sacar el balón jugado desde muy atrás ante un rival cuyo sello es ese y que está encantado de robar arriba. Ese pase al centro de Alex Telles en el 1-1, ese enredo con el balón de José Ángel en el 3-1. Son fallos imperdonables a este nivel, regalos para una ofensiva bien preparada para aprovechar estos resbalones. Imprudencias dignas de una pretemporada que no existe, porque ahora todo es serio. Pero no es cuestión única de los jugadores, sino que parece que Sampaoli diseña los duelos en función de las ocurrencias que le surgen durante la semana. Le fue bien poner a Rafa Mir en la derecha para hacer desmarques de ruptura y rematar aprovechando la menor estatura de los laterales y doblar la banda izquierda con Rekik y Acuña , pero fue un Sevilla habitualmente aculado y observador de la posesión del City, asunción clara de la superioridad del oponente. Pero con balón expresó un movimiento inquietante que ya empleaba en Marsella: adelantar a Bono como un central más. No tiene el marroquí entre sus más altas virtudes el juego con los pies y hacerle arriesgar tanto en un momento en el que su confianza está bajo mínimos no ayuda precisamente al equipo. Eso sí, el doble bloque defensivo incomodó a los de Guardiola, que no sabían bien cómo meterle mano a la organización del Sevilla hasta que el descanso, y la lesión de Marcao, modificó las pizarras. Había marcado Rafa Mir al segundo palo en un córner a la media hora y esa ventaja sabía sostenerla el Sevilla hasta el respiro del intermedio.

Pero ya nada iba a ser igual. Rodri se adueñó del partido. Telles se lesionó nada más saltar y aguantó irresponsablemente dejándole el carril al vuelo del jovencísimo Lewis. El City abrió el campo y los problemas se le agolpaban al Sevilla, que ya no pasaba del centro del campo. Telles le regaló la pelota a Julián Álvarez y Lewis marcó el empate. Ruben Dias obliga a Bono a hacer un paradón. Se calienta el Etihad con la salida de Bernardo Silva, que comparte el reinado de la pelota con Rodri. Los de Nervión se rebelan unos minutos pero el balón le dura lo que los despejes. Rafa Mir se precipita en su disparo tras apertura de Lamela. Sampaoli impone una salida casi suicida desde atrás que abre huecos enormes tras las pérdidas. De Bruyne se la pone perfecta a Julián Álvarez, que sortea a Bono , para el 2-1. Y Carmona pone la alfombra para el tercero de Mahrez. La sentencia. Luego Delaney y Bono acarician más tantos pero ya estaba todo el pescado vendido. Sampaoli no tiene a los jugadores idóneos para una idea en la que quiere encajar a todos como sea. Mientras vive empleando una probeta con resultados poco satisfactorios. Adiós a la Champions. Ahora llega el derbi, demasiado serio como para hacer más pruebas.d