Vuelven los fantasmas del pasado (4-3)

Los de García Plaza campaban a sus anchas por el área de Dmitrovic, no llegaron ni una vez sin crear peligro real. Un baño de humildad que dejó en evidencia todas las carencias que el conjunto hispalense tiene. La fragilidad defensiva recordó a los oscuros tiempos de la temporada anterior. La baja de Badé expuso a Kike Salas al azote de Kike García, que deshizo al central del filial sevillista que, a buen seguro, tendrá pesadillas con él esta noche. Muy malas sensaciones tiene que transmitir Gattoni a Mendilibar para que mantuviera al canterano todo el partido.

El Sevilla volvió a mostrar sus preocupantes carencias en defensa y una precipitación poco eficiente en el ataque . Los de Luis García Plaza parecía un grupo digno de la Champions League que, ante su público, se mostró muy tenaz bajo la batuta de Luis Rioja y Kike García. Si Víctor Orta estaba viendo el partido con una libreta, bien se podría haber quedado sin hojas apuntando todo lo que el Sevilla necesita.

El alto ritmo y los goles marcaron los primeros 45 minutos, y es que el primer tanto llegaría a los siete minutos del arranque, cuando Luis Rioja sorprendió a Dmitrovic , que se estrenaba como titular esta temporada con muchas dudas. Un error ingenuo de Kike Salas , que partió como titular en lugar de Gattoni, provocó que el balón campara a sus anchas por las inmediaciones del área sevillista hasta que el latigazo de Rioja rompía tablas.

No obstante, los de Mendilibar no se amilanaron y respondieron rápido asediando a Sivera : primero con un balón colgado de Lamela a la que no lograron llegar ni En-Nesyri ni Ocampos, y después un córner que Gudelj cabecea y se marcha fuera. La precipitación fue el principal pecado de los sevillistas que colgaban centros sin esperar el desmarque de sus atacantes. Sin embargo, la suerte se puso a favor del Sevilla que empató con un gol en propia puerta de Abqar tras rebotar un remate de Lamela en su pie de apoyo. Una reacción rápida que no desanimó al conjunto babazorro que, en cuanto se hacía con el balón, cabalgaba raudo y veloz hacia el área sevillist a. Alkain, Kike García, Guridi… El nombre era indiferente, pues todos hacían temblar las piernas de la zaga blanquirroja. El mayor acierto de Dmitrovic fue cómo interceptó un derechazo de García que despertó al Sevilla.

El conjunto de Nervión intentó imponer autoridad sobre el césped, ganando segundas jugadas pero, de nuevo, la precipitación y las pocas alternativas de movimiento jugaban en su contra . Los centros requerían más pausa y En-Nesyri , que no tocó balón en todo el encuentro, no logró desmarcarse en ningún momento. Lo intentaba el Sevilla por el costado, un gran pase de Jesús Navas a Suso, el cual se la puso muy bien a Lamela para mandarla al larguero. Fueron los mejores minutos del encuentro de los sevillistas, que culminaron con el segundo tanto visitante. Una dejada de Ocampos a Lamela derivó en un zurdazo , el argentino ajustó muy bien y mandó el cuero al palo izquierdo. Si alguien merecía marcar era el 'Coco', que fue el tirador blanquirrojo con más peligro del choque.

No obstante, muy poco duró la alegría. Dos minutos después, en el 43, Rubén Duarte logró batir a Dmitrovic desde los 35 metros y el Alavés volvió a coger las riendas. El descanso llegó con la sensación de que ambos conjuntos estaban cumpliendo con el espectáculo, algo que cambiaría en la segunda mitad.

En la reanudación, Navas creó un espejismo . Intentó sorprender a Sivera desde el lateral pero el peligro se iba disipando conforme el cuero rozaba el área rival. Fue entonces cuando el Deportivo Alavés decidió acabar con todo. Conscientes del desajuste de la defensa sevillista, Kike García decidió ser el verdurgo del encuentro . Primero, en el minuto 54 , cuando se coló en medio de Gudelj y Salas para rematar a placer en el área pequeña. Aquí comenzó el recital de ocasiones de los babazorros que, cuatro minutos más tarde, ampliaba la distancia en el marcador con otro tanto de García . El partido estaba completamente roto y los locales decidieron reagruparse y bajar la intensidad.

El trabajo ya estaba hecho y lo único que tenían que hacer era aguantar. Mendilibar cambió el puzzle sacando a Fernando por Rakitic y a Pedrosa por Acuña. No obstante, el cuadro hispalense seguía sin crear ocasiones de calidad ante un rival que se había encerrado en su área. Siguió modificando el de Zaldívar que sacó a Óliver Torres por un Ocampos que estuvo menos brillante que de costumbre . Para cuando el equipo quiso reaccionar, ya era tarde, y lo único que pudo hacer fue firmar el mejor tanto del encuentro. Un golazo de Rafa Mir , que salió por Suso, el cual recortó ante Gorosabel desde el ángulo izquierdo y colocó el balón donde no alcanzaba Sivera. No hubo más para el Sevilla, que más que en construcción, necesita una reforma radical si no quiere repetir la experiencia del año pasado.