Borussia Dortmund - Sevilla: Sampaoli le pone un traje de Champions al Sevilla (1-1)

Sampaoli le dio la vuelta a su formación, quizá con un ojo en LaLiga, y renovó el equipo con hasta ocho cambios, incluyendo el de la portería con el regreso de Bono. Pese a la rotación masiva, no perdió nivel el cuadro sevillista. Todo lo contrario. La primera lectura es que el entrenador consigue meter en la película a casi todo el plantel en un par de encuentros. En el Signal Iduna Park, pesos pesados como Isco o Papu partieron desde el banquillo. Del once que empató ante el Athletic, sólo repitieron los centrales Nianzou y Marcao , además del serbio Gudelj, que en Alemania se asoció con Rakitic para el doble pivote. La permuta en el dibujo fue otro de los aspectos reseñables introducidos por el técnico argentino. Consiguió sorprender con una intensa puesta en escena, apoyada en una línea de tres atrás y dos carrileros profundos como Acuña y Navas.

Más incluso que el cambio de esquema y de piezas, llamó la atención la actitud sevillista desde el mismo arranque del duelo. Los blanquirrojos salieron a buscar a su rival, con determinación en la fase ofensiva pero sin descuidar una gran firmeza en defensa. En esa parcela de contención, Marcao se erigió (otra vez) en líder y Nianzou en goleador. Algo más sufrió al principio el joven Carmona, en la primera mitad, exigido por por Malen y Modeste, y dando pie a algún desajuste que irritó a Sampaoli. Luego el chaval se creció y acabó imperial. El nuevo técnico sabe lo que tiene dentro y lo va a exprimir.

Como el día del Athletic, el Sevilla FC asumió el peso y el protagonismo del encuentro en su génesis. Pero con más fondo. En esta ocasión, prolongó su empuje más allá de media hora, compitiendo de dulce y espantando los fantasmas físicos. Una gran acción de Navas por la derecha que Rakitc culminó con un disparo alto se convirtió en la primera llegada de los nervionenses y advertencia para los germanos. El Sevilla FC dominaba, entraba bien por banda con el palaciego y con Acuña en la izquierda… atosigaba al Dortmund, forzaba los errores locales.

Mientras, construía un muro ante Bono. Lo de Marcao tiene muy buena pinta. El brasileño llegaba a cada fisura para taponar y se imponía en todos los duelos. Estuvo de nuevo enorme. Rapidísimo. Le sobraban fuerzas hasta para subir y echar una mano arriba. En una de esas incorporaciones, generó la falta que dio origen al tanto del Sevilla FC. Rakitic botó con maestría el saque lateral y Nianzou se elevó entre toda la zaga amarilla para ejecutar de cabeza a Kobel apuntándose un tanto soberbio. 0-1 en Dortmund a los 18 minutos. Sonríen los niños en Sevilla. El amateurismo es otra cosa… puede ser el antídoto que corte toda la depresión.

Las pilas le dieron al Sevilla FC para zarandear a un gran oponente durante media hora. A partir de ahí, y guiados por el excelso Bellingham, los alemanes despertarían en el tramo final del primer acto. Bono empezó a aparecer y eso sin duda no era una buena noticia. Fue en el 37 cuando golpeó el Borussia tras una gran jugada combinativa que desarboló a los de Sampaoli en su único resquicio de duda a lo largo de todo el partido. El centro de Meunier, tras un cambio de orientación previo, lo remató Bellingham a gol en el área pequeña. El balón tocó en Nianzou y cambió su trayectoria con Bono ya vencido al otro lado. Tablas.

Al descanso, la igualada le sabía a poco a un Sevilla FC mejor que su rival en casi todas las facetas. Un sentimiento nuevo: rabia por no ganar a un poderoso de la Champions en su campo. Todo quedaba abierto para el segundo acto. Los de Terzic salieron en la reanudación decididos a tomar el control en el centro del campo. Lo consiguieron de forma parcial, porque nunca llegaron a incomodar de verdad al Sevilla FC, tremendamente ordenado y sin caer jamás en la precipitación.

A la hora del choque, Sampaoli movió el banquillo para dar más piernas a los suyos, retirando a En-Nesyri y Suso por Januzaj e Isco. Ahí recuperó el Sevilla FC y volvió a desequilibrar fuerzas. Es más, Lamela gozó de una llegada clarísima para decidir el partido tras el lanzamiento de un córner, pero Kobel se hizo gigante ante el argentino para evitar la derrota de los suyos.

En el epílogo pudo pasar de todo, aunque lo esperanzador sin duda es que el Sevilla FC no se entregó nunca y hasta remó en busca del triunfo con garra. La imagen ha cambiado radicalmente. Tanto, que el Sevilla FC es capaz de seguir vivo en la Champions después de dejar una gratísima estampa en Dortmund.