Sevilla FC

Ramos, Badé y Salas: El poderoso trío de centrales de Quique

El entrenador madrileño logra cortar la sangría defensiva apostando por un eje muy sólido en la zaga; su Sevilla ya encaja menos de un gol por partido

En-Nesyri recupera su magia junto a Isaac

Los sevillistas Kike Salas, Sergio Ramos y Loïc Badé Antonio Montes / ABC

El Sevilla FC ha encontrado la estabilidad y los números de la mano de su tercer entrenador de la temporada, un Quique Sánchez Flores que necesitó algunas jornadas para ordenar la casa pero que en el último mes largo de competición le ha ... cambiado radicalmente la cara al equipo y ha abrochado prácticamente la tranquilidad de la salvación, alejando a ocho puntos los temidos puestos de descenso. Las claves de la mejoría impulsada por el técnico madrileño son varias, desde el preciso conocimiento de los recursos y su plantel hasta una necesaria reestructuración invernal con la salida de algunos veteranos, la recuperación progresiva de los lesionados, el cambio en la portería o la irrupción del canterano Isaac en la delantera junto al mejor En-Nesyri.

Pero el crecimiento del Sevilla FC con Quique se asienta desde los propios cimientos del equipo. Esto es la sólida estructura defensiva que ha exhibido el conjunto blanquirrojo en las últimas semanas. La sangría atrás y la facilidad para conceder goles estaban siendo uno de los principales lastres del cuadro de Nervión desde el arranque del curso. 40 goles ha recibido el Sevilla FC en 27 jornadas ligueras. Quique Sánchez Flores ha conseguido contrarrestar esa preocupante debilidad defensiva dando en la tecla con el esquema y las piezas adecuadas. Ha elegido un dibujo de tres centrales que, de momento, le está reportando notables resultados. También tiene claros los nombres. Futbolistas como Gudelj, Marcao o el propio Nianzou han ido pasando por esa demarcación a lo largo de la temporada, pero entre la irregularidad y las lesiones ninguno de ellos ha podido encontrar todavía su mejor versión. Hasta Sergio Ramos andaba por debajo de sus prestaciones. Con Mendilibar, de hecho, el camero no tenía ni el sitio asegurado. En este sentido, Quique ha sabido dar con el mejor trío de centrales posible para este Sevilla FC. Los resultados saltan a la vista.

Con Badé, Sergio Ramos y el canterano Kike Salas en el eje de la zaga, el Sevilla FC ha ganado una barbaridad en seguridad defensiva y confianza a todos los niveles. Básicamente, el progreso con Quique Sánchez Flores se ha producido en todas las líneas del equipo, si bien es cierto que el desarrollo experimentado en el apartado defensivo ha resultado fundamental para que el conjunto hispalense dé un paso adelante. Badé regresó de la lesión muscular que lo obligó a parar en diciembre y su aportación ha ido creciendo para afianzarse con la llegada de Quique. Y más evidente si cabe es la sintonía del técnico madrileño con el capitán Sergio Ramos. El camero ha jugado de titular (completando todos los minutos sin ser sustituido) 13 de los 14 partidos que Quique lleva en el Sevilla FC. Sólo se perdió el choque liguero contra el Rayo en Vallecas al tener que cumplir sanción por acumulación de amonestaciones.

No menos especial es la debilidad del entrenador hacia la tercera pata del banco: el joven Kike Salas. El técnico sevillista se deshace en elogios hacia el moronense cada vez que habla de él en público. Contaba los días para que se recuperase de su lesión. Sánchez Flores tilda al central canterano de 'corrector', dando una idea de la relevancia que tiene Salas en el juego y en las ayudas a sus compañeros. «Con Kike tenemos mucha fe. Le hemos esperado durante estas tres o cuatro semanas y sabemos que es un chico que es un corrector impresionante. Lo veis, pero cuando te pones a ver el partido, a analizarlo y a desgranarlo, no te puedes imaginar la de cosas buenas que nos deja siempre Kike; es magnífico y tiene una atención bárbara», explica el entrenador del Sevilla FC.

Reacción firme

Todo comienza a cambiar después de la sonrojante derrota ante el Girona en Montilivi (5-1) del pasado 21 de enero. Cuatro días después se produce la eliminación copera en el Metropolitano (1-0) y es justo a partir de ahí cuando el equipo de Quique inicia su escalada de juego y resultados, luciendo unos registros defensivos inéditos en toda la temporada. En las últimas seis jornadas de LaLiga EA Sports, el Sevilla FC logró amarrar 11 puntos de 18 posibles, con un calendario bastante complicado, y sólo recibió cinco goles. Es decir, bajó su media a menos de un tanto encajado por partido.

Además, resulta reseñable que sólo dos de esos cinco goles recibidos fueron en jugada, el de Luka Modric en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid (1-0) y el intrascendente de Isi Palazón en Vallecas contra el Rayo en un partido que terminó ganando el Sevilla FC (1-2). En las otras tres ocasiones, los rivales tuvieron que recurrir al balón parado para poder percutir las redes sevillistas. Así ocurrió en el tanto del empate del Osasuna en el Sánchez-Pizjuán (1-1), obra de Budimir tras un lanzamiento de córner. De la misma manera, la Real Sociedad sólo fue capaz de marcarle al Sevilla el pasado sábado de penalti (André Silva) y de falta directa (Brais Méndez). Pese a todo, no sacaron tajada los de Imanol y los locales se llevaron todo el botín (3-2). Aparte de esos encuentros, el Sevilla FC de Quique Sánchez Flores logró mantener la puerta a cero en la visita a Mestalla contra el Valencia (0-0) y en el valioso triunfo en Nervión sobre el Atlético de Madrid (1-0).

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