Maverick Viñales vuelve a deslumbrar

Si en Losail venció gracias a una muy buena pelea cuerpo a cuerpo, en Termas de Río Hondo solo tuvo que esperar a la tercera vuelta, a la caída de Marc Márquez , para lanzarse hacia delante sin mirar atrás y atrapar esa victoria que se le escapó el año pasado en este circuito por otra caída cuando iba primero. A su lado en el podio, Valentino Rossi , feliz en su particular cumpleaños: segundo en su gran premio número 350. Y Cal Crutchlow, que ya avisó en Qatar y se confirmó ayer.

El primero en caer, nada más arrancar, Jorge Lorenzo . El balear certificó que todavía le faltan elementos para domar su Ducati, a pesar de que va dando pequeños pasos modificando la altura de su sillín o alterando su forma de pilotar. Márquez fue después.

El de Honda aprovechó cuanto pudo su primera posición de la parrilla. La «pole» 66 de su vida, un récord absoluto por delante de Jorge Lorenzo (65) y Valentino Rossi (64). No quiso meterse en problemas y se mostró intratable. Rapidísimo el de Cervera, quizá demasiado en un inicio de carrera en el que los neumáticos todavía no han entrado en calor, quería volver a recuperar un estatus que Viñales le ha arrebatado en este 2017.

Las ruedas no respondieron a sus anhelos de victoria y se cayó en el cuarto giro. Después de las victorias de 2014 y 2016, suma otro año impar sin sumar, con su segunda caída en carrera en cuatro años en MotoGP. Si en 2015 fue un roce con Rossi, este curso se fue solo. «Supongo que ha sido un error, me sentía bien. Esta caída es dura. Ahora, toca centrarnos en lo próximo», aseguraba resignado en el garaje. Despejó el camino a Viñales , que había aprovechado esos primeros minutos para colarse en cabeza, superando a Dani Pedrosa, Danilo Petrucci, Karel Abraham y solo le quedó Crutchlow, que le duró un suspiro. Entonces solo tuvo que exprimir su Yamaha y su pilotaje para responder con calma a la exigencia de un trazado que apenas había podido probar encima de la M1. «Ha sido complicado, intenté imprimir mi ritmo, pero Márquez apretó mucho. Pero luego se cayó y solo pensé en atrapar los máximos puntos posibles. Todavía quiero mejorar la salida y la primera vuelta », explicó el campeón de Argentina, avisando de lo que prepara para el futuro.

A su espalda continuaron las caídas: Álex Rins, todavía convaleciente; Aleix Espargaró que tiró a Andrea Dovizioso; Dani Pedrosa en el mismo punto que Márquez cuando peleaba por la cuarta plaza con Zarco, Petrucci y Bautista , quien al final se llevó el premio. Y también muy atrás dejó la pelea por el podio. Grande el esfuerzo de Crutchlow por aguantar las ganas de Rossi por volver a sumar otra foto entre los tres primeros. Pero el italiano, otro milagro que le saca a su veteranía y su hambre, pudo más y sube un escalón con respecto a Qatar en su particular cumpleaños: 350 grandes premios, 350 grandes tardes de magia.

Ni el británico ni el italiano pudieron seguir la estela de Viñales, que vuelve a demostrar su superioridad en la pista, su calma, su trabajo minucioso y milimetrado, sus ganas por confirmar que si está en Yamaha es para ganar el título. Solo son dos carreras, pero tiene a Rossi a 14 puntos, a Dovizioso a 30 y a Márquez a 37.