Oliveira gana, Kent se cae

Con 55 puntos de ventaja sobre el segundo, por mucho que haya logrado la pole, la carrera se maneja desde la cabeza. Aunque la teoría en las carreras de Moto3 suele chocar con la lucha directa e indescifrable de unos pilotos ávidos de triunfos. Bien lo sabe Danny Kent , líder del Mundial , que no quiso especular con la calculadora. Solo la victoria otorga los máximos puntos posibles y solo así puede asegurarse que sus rivales no osarán a quitarle un título que tiene al alcance de la mano.

Sin embargo, en la categoría pequeña juegan también dos personajes importantes: los rebufos y las caídas . En la recta de meta, todos pueden ser primeros, todos pueden terminar últimos. En cualquier curva, todos pueden caer en la tentación de un resbalón, de un despiste del rival, que siempre corre tan pegadito buscando el hueco invisible. Ambas circunstancias jugaron un papel fundamental para definir el podio del Gran Premio de Aragón. Como siempre, la batalla cuerpo a cuerpo comenzó desde la parrilla de salida en la que Enea Bastianini había conseguido el lugar privilegiado. De poco le sirvió prque el hambre de todos los pilotos puede con buenas aslidas y mejores adelantamientos.

Kent, que quería mantener bien altas sus aspiraciones de acercar el título casi de forma definitiva, se unió al grupo de cabeza después de dejar que Oliveira, Navarro, Antonelli y Binder bregaran por la primera plaza. Fantástico el español, que peleó cuerpo a cuerpo durante toda la carrera por lograr su primer podio.

Es un año extraño para el motociclismo español. Ninguna victoria , por las siete del curso pasado (tres de Álex Márquez, dos de Álex Rins y dos de Efrén Vázquez). Apenas cinco podios, seis con el de Navarro, (cuatro de Efrén Vázquez, uno de Isaac Viñales) por los 29 de 2014. La causa: el ascenso a Moto2 del campeón, Álex Márquez, y Álex Rins y el auge del motociclismo italiano con Antonelli, Bastianini o Fenati, la madurez de Oliveira. Pero, sobre todo, el poderío de Kent, con seis victorias en este curso.

Con solo dos vueltas por delante, el británico pilotó con la ambición de quien tiene un buen colchón para arriesgar. Encontró el hueco para molestar a los primeros, a Binder, a Navarro, a Oliveira. Un pasito más cerca del campeonato, que fue todavía más largo cuando Binder y Bastianini se entorpecieron en una curva y terminaron los dos en la grada en la última vuelta. Pero ese pasito se convirtió en uno más lejano dos curvas después, cuando la fortuna quiso que el británico tropezara con sus aspiraciones y terminara en el suelo con el segundo cero del curso.

Dos puntos más sumó María Herrera para su casillero tras lograr la mejor posición de su carrera, decimocuarta.