¿Es Guardiola mejor que Michelangelo?

Hay que ver cómo son los panenkitas, ¿eh?, si no existieran habría que inventarlos. Escuchar a los apóstoles de la guardiología es como tirarse todo el año desayunando, comiendo, merendando y cenando algodón de azúcar. El otro día colgué la siguiente encuesta en mi perfil de Instagram: «¿Es Guardiola más grande que Miguel Ángel?» Ganó el arquitecto, pintor y escultor renacentista pero el entrenador del City recibió un treinta por ciento de los votos.

Y eso es debido entre otras cosas a la propaganda chirimiri de Radio Manchester, con capital en España, que eleva a los altares a Pep por haber ganado una Copa de Europa después de doce años de espera y mil quinientos millones de euros de inversión más tarde mientras que a Zidane, por ejemplo, que consiguió tres seguidas sin tantas zarandajas, se le retiene en el limbo porque sólo aprobó el curso CCC de gestor de egos.

A la hora de copiar ideas sí que es un genio sin paliativos Guardiola. Cogerlas de aquí y de allá, de Míchels, Sacchi, Helenio Herrera, Shankly o Cruyff, meterlas todas en la Turmix y hacerlas pasar por propias sí que resulta innovador. No es relevante que eso que los panenkitas llaman con tanta pedantería «bloque alto» sea en realidad más viejo que la orilla del mar porque para eso estamos en la era de la apariencia, no importa la verdad sino que haya quien crea que lo de presionar a la defensa rival lo inventó Pep. Y hay quien lo cree, del mismo modo que también hay quien está convencido de que Elvis vive.

Se pasaron con el botafumeiro, hasta aquí llega el olor a incienso. Puede que Guardiola sea más grande que Leonardo pero, ¿Michelangelo? Aún le queda un poco para eso.