Fútbol
Japón lo explica mejor que las amotinadas
Mundial femenino 2023
El baño nipón desnuda las carencias de la selección española y la manda a octavos lastimada y como segunda de grupo
Crónica: 'Japón desnuda a España'
Las jugadoras de la selección española, tras la goleada de Japón
«Yo estoy muy jodida». Así, tal cual, es la reacción clara y generalizada del vestuario aunque lo diga en voz alta Aitana Bonmatí, imposible realizar su papel ante un Japón que supo leer mejor que nunca el juego de España. Inteligente, rápida y ... muy férrea, la selección nipona fue implacable en la estrategia y la ejecución. Cuatro goles, la mayor derrota de España por número; sin capacidad de reacción, la peor derrota de esta España que ilusionaba al personal.
No fue el día. No fue el planteamiento adecuado. No fue la reacción oportuna. Se encarga el equipo de decir que no hay dudas de lo que puede hacer este equipo, pero se sale del Sky Stadium de Wellington con una lección de las duras: en la primera prueba de nivel, un 4-0 de los que dejan marca en el alma.
«Aún no he tenido tiempo a pensar realmente en esta derrota. No estoy acostumbrada a estas derrotas tan graves», aceptaba Bonmatí. Increíble pensar que Japón estuvo menos de un minuto en el campo español en la primera parte y pudiera cantar tres tantos. Increíble que España encadenara casi 400 pases precisos en la primera parte, por los 74 de Japón y que fueran las rivales quienes se encontraran siempre cómodas. La sensación la ejemplifica Alba Redondo: «Frustrante. Habíamos pasado muchos días preparando este partido y duele que te hagan goles así».
«Han sido los contragolpes perfectos y las definiciones perfectas. Han sido imparables. Hay que darles la enhorabuena porque lo han hecho muy muy bien, y ya me jode», sentenciaba Irene Paredes, otra de las que explicó gráficamente cómo se encuentra el vestuario. Y también de las que expresó que el partido no se había leído de la mejor forma: «Pensábamos más en quitarles el balón que en tenerlo, y casi nos lo han regalado». «Han hecho un partido muy inteligente; me ha sorprendido su planteamiento: bloque bajo esperando nuestros errores y a la contra, que nos han matado», dibujaba también Bonmatí.
El seleccionador
De ahí que fuera Jorge Vilda quien cargara con la responsabilidad. Primera frase de su comparecencia: «Han sido superiores, hemos cometido muchos errores. Soy el entrenador y me responsabilizo de la derrota. Escuecen mucho estas derrotas, es la mayor que hemos encajado desde que estoy en el cargo». Después abundó en los debes: «Demasiados pases, horizontales e inertes, se nos han anticipado en demasiadas ocasiones. Me ha sorprendido que no hicieran presión. Y no hemos estado decididos ni coordinados para atacar».
Sorprende su sorpresa, pues es Japón una de esas selecciones que ya han jugado, y contrarrestado, ante España en más de una ocasión. Fueron superiores en categorías inferiores y se ganó en un amistoso absoluto en La Cartuja. Y ayer, nunca hubo plan B. Siempre la misma jugada española: insistencia por el centro, descoordinación por las bandas, falta de último remate. Bien fueran Alexia, Mariona y Jenni primero, bien fueran Alba Redondo, Zornoza y Esther en los cambios. «Intentamos la reacción con extremos más abiertos para habilitar centros al área, con Alba Redondo para encontrar algo más, pero las japonesas llegaban antes, tenían ayudas defensivas y nos han cerrado muy bien los espacios. La intención que teníamos con los cambios no ha llegado».
«No ha sido nuestro mejor partido, sabemos que tenemos que mejorar muchas cosas. Tenemos que aprender a atacar bloques bajos, porque si otras selecciones han visto este partido nos van a hacer lo mismo. Nos han metido todos los goles iguales: dos líneas muy juntas y tenían que ser asociaciones rápidas que no hemos tenido», analizaba Bonmatí, que lee los partidos como nadie y también deja recado hacia otras instancias con ellos. «No nos pueden pillar así. Me quedo con lo que tenemos que hacer nosotras: generar más porque hemos generado muy poquito, hemos llegado con poca claridad. Cuando ganamos es porque lo hacemos bien colectivamente y hoy no ha sido el día. Hoy no lo hemos hecho bien y nos han ganado pero bien», apostilló Paredes, también crítica con la actuación de todas.
Se reabren viejas heridas de un vestuario que quería llegar aquí limpio después de un año muy convulso. Nombres que estaban, que no están, que se quedaron fuera por decisiones propias y ajenas. Como Vero Boquete, que señaló unas ausencias que este grupo no se puede permitir si quiere hacer algo grande en Australia y Nueva Zelanda. Y se apunta a Vilda, porque da igual lo que haga, va a ser el señalado sea cual sea el resultado.
Cierran filas
Pero se cierran filas en torno al grupo. Corro pospartido con mensaje del seleccionador para naturalizar la derrota y que quede marcada el menor tiempo posible. «Esto se levanta con profesionalidad, con orgullo, con amor a este deporte y amor a nuestro país», señalaba después en rueda de prensa. «Se recupera estando jodidas hoy, y mañana a levantarnos. Pero juntas, sobre todo juntas», apuntaba Alba Redondo. Mensajes de Bonmatí y Paredes: «Esto nos va a unir más que nunca. No podemos hundirnos, cuando las caras miran al suelo intento animar porque eso no ayuda a nadie. Hemos hecho un mal partido, tenemos que aprender, y yo confío en mi equipo. Todo el mundo ha visto la calidad que tiene. Tenemos la suerte de estar en octavos. Tenemos una nueva oportunidad en pocos días». «Que nadie tenga dudas, no pueden entrar ahora mismo. Sabemos de lo que somos capaces y vamos a darle la vuelta», señaló la segunda.
Quizá ha llegado el peor partido del Mundial en el mejor momento, por ahora. Cuando solo se decidía un primer o segundo puesto de grupos y los cruces de octavos. En positivo, casi parece mejor enfrentarse a Suiza que a Noruega. Pero, palabras de Aitana Bonmatí: «Tenemos que mejorar muchas cosas si queremos seguir en el Mundial».