EL CLÁSICO
La paciencia azulgrana frente a la intensidad del Madrid
En el clásico del lunes se pondrán a prueba dos sistemas de ataque muy diferentes. Frente al asedio ordenado y reflexivo del Barça el Madrid opondrá sus “cargas de caballería”
miguel zarza
En el césped del Camp Nou, el fútbol pondrá en la balanza dos formas de perseguir el gol. Dos conceptos opuestos que, curiosamente, han llevado a sus actores hasta el partido del lunes con unas cifras idénticas: 33 goles marcados en 12 jornadas de ... liga.
El Barcelona de Pep Guardiola despliega en ataque una línea de tres delanteros para rematar un atrevido esquema 4-3-3, al tiempo que el Real Madrid dirigido por Jose Mourinho utiliza el a priori más conservador 4-2-3-1, con un solo punta, asistido desde algo más atrás por tres compañeros.
Sin embargo hay una coincidencia muy importante en ambas estrategias: el papel fundamental de Leo Messi en el bando azulgrana, y el de Cristiano Ronaldo entre las huestes blanca s. Y no solo porque el argentino haya hecho 13 de los tantos culés y el luso 15 de los merengues.
El protagonismo de ambas estrellas llega hasta el punto de trasladar a sus respectivos equipos su manera de jugar. Así, del Barça se puede decir que, como Messi, tiene la paciencia necesaria para buscar los puntos débiles del contrario, eligiendo con inteligencia los lugares en los que asestar el golpe de gracia, para una vez encontrado el hueco batir al guardameta rival de forma tan sutil y elegante como contundente.
Por su parte, el Madrid está imbuido de la potencia y la intensidad de Cristiano Ronaldo. Cada ataque del conjunto blanco, ya comience en los guantes de Casillas, pase por las botas de Xabi Alonso o arranque con el robo del balón a un rival, termina siendo una verdadera carga de infantería contra la portería enemiga. Mientras que el Barcelona adormece y desactiva al rival hasta vencerle, el ejército de Mourinho lo apabulla y lo aplasta.
Secundarios de lujo
En ambos casos, los actores principales se complementan con secundarios de lujo. Jugadores excepcionales que sin embargo quedan bajo la alargada sombra del talento de los anteriores. En el cuadro catalán este papel es para David Villa y Pedro . Entre ellos y Messi se reparten el frente de ataque azulgrana.
Villa no es el de otras temporadas. Si bien parece que no le ha costado adaptarse al juego de los de Guardiola, gracias quizá a conocer a muchos de sus compañeros de sus convocatorias con la selección española, el asturiano está lejos de sus habituales registros goleadores.
Afortunadamente para su equipo, aunque el “7” no termina de reconciliarse con el gol, su aportación al ataque azulgrana resulta fundamental , siendo el jugador que más dispara a puerta (58 remates) y asistiendo a sus compañeros. Un capítulo el de las asistencias en el que Pedro también está resultando fundamental este año, más que por sus goles.
En el Real Madrid la vanguardia la completan Ozil, Di María y Gonzalo Higuaín. En los pies de los dos primeros suelen nacer buena parte de los ataques blancos. El alemán de origen turco aporta su imaginación y creatividad desde la zona central, mientras que el argentino se ha destapado como un auténtico puñal en cualquiera de las dos bandas.
Higuaín es la punta de lanza, el ariete de las cargas de su equipo. No remata tanto (37) como Villa en el Barça, pero a estas alturas suma un gol más que el delantero de España. Pese a ser aún un pistolero de sangre caliente se ha confirmado como un auténtico dolor de cabeza para cualquier rival, y no sólo por sus goles sino por su capacidad para desplazar a los zagueros enemigos y encontrar las brechas en la defensa contraria.
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