EL CLÁSICO
Los tabiques de la Liga, frente a frente
Las defensas de Madrid y Barcelona son las menos goleadas de la Liga, con una media de goles recibidos de menos de uno por partido
MIGUEL ZARZA
Hablar de las líneas defensivas de Barcelona y Real Madrid no es una cuestión baladí y es que, pese a que ambos equipos destacan por su gran poder ofensivo, sus zagas son las menos goleadas de la liga española . Antes del clásico y ... después de 12 jornadas, el Barcelona sólo ha concedido 8 goles a sus rivales, lo que supone una media de 0,66 encajados por partido. Y si el sistema defensivo del Barça es un éxito, no lo es menos el del Madrid. De hecho, los blancos llevan una media aún mejor, pues sólo han encajado 6 goles en liga, a razón de 0,5 por partido.
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Es cierto que a la hora de defender tanto el sistema azulgrana como el merengue van mucho más allá de los últimos cuatro hombres que protegen al guardameta, y dependen en gran medida del trabajo que empieza ya en el delantero más avanzado, pero en ambos la última trinchera de Valdés y Casillas resulta fundamental . Y tanto en el dibujo de Guardiola como en el de Mourinho la forman futbolistas excepcionales.
Centrales que se complementan
El núcleo de la zaga azulgrana lo componen nada menos que los centrales de la selección campeona del mundo: Gerard Piqué y Carles Puyol . Dos defensas rápidos, trabajadores y con una gran colocación. El primero es quizás el que más calidad tiene, lo que además de defender con criterio, le permite ayudar en la salida del balón, mientras que el segundo se caracteriza más por su entrega o pundonor. Una mezcla de condiciones que les convierte en una pareja compensada y que se complementa a la perfección . Curiosamente, en el Madrid el centro de la defensa lo forman los titulares de la selección de Portugal, Pepe y Carvalho . Como en el caso del Barça, Pepe destaca por su fuerza y contundencia si bien en otras facetas está más limitado. Ahí es donde le completa Carvalho que, pese a su veteranía, es más parecido a lo que representa Piqué: un jugador con calidad para ayudar a sacar la pelota y criterio para sumarse al ataque en situaciones que así lo requieren. El luso es, sin duda, uno de los fichajes de la temporada, pues se ha ganado la estrella de «sheriff» de la defensa blanca , aportando importantes dosis de sabiduría y madurez.
Un ala más larga que otra
Y si por el centro ambas defensas tienen jugadores de parecidas características, lo mismo sucede en las alas. Si el Barça cuenta en su lateral derecho con el explosivo Dani Alves , el Madrid disfruta desde el arranque de esta temporada de un Marcelo que comienza a recordar al añorado Roberto Carlos . Ambos son jóvenes, rápidos, con pulmones para correr sin parar durante los noventa minutos, y suponen una alternativa y un apoyo para el ataque de su equipo. La mayor diferencia entre ambos a estas alturas de la temporada puede encontrarse en el estado de forma , pues mientras Alves no es el de campañas pasadas, Mourinho ha conseguido la explosión definitiva de Marcelo, que se encuentra entre los jugadores más destacados del Madrid desde que comenzó el campeonato.
El Barcelona cierra su defensa por la banda izquierda con Abidal , un lateral de características muy diferentes a las de los brasileños. Más centrado en cuestiones defensivas, rocoso y disciplinado . Cumplidor en su tarea y solidario con sus compañeros de línea, a los que cubre sin problema cuando resulta necesario. El Madrid, sin embargo, tiene como cuarto hombre a Sergio Ramos . El andaluz está más serio que en otras temporadas, pero aún así conserva un punto de anarquía en ciertos tramos de los partidos . Mourinho no le deja subir tanto y parece que se está acostumbrando a acercarse sólo al área rival en las jugadas a balón parado, pero aún le pueden los antojos de goleador como el del pasado fin de semana ante el Athletic... y a veces puede meter en problemas a sus compañeros de zaga.
La clave, en la presión
En conjunto, el lunes podremos ver dos lineas defensivas excelentes, fruto de la sabia mezcla de ingredientes como calidad y contundencia, juventud y experiencia o velocidad y colocación. Serán dos auténticos tabiques entre los que se desarrollarán las acciones que decidirán el clásico. El duelo de defensas esta muy igualado pero todo dependerá de quién triunfe en la presión en todo el campo . Si son los azulgranas y se hacen con el dominio del balón, cualquier muralla, incluída la del Madrid, puede acabar viniéndose abajo ante la insistencia y reiteración de los golpes culés, mientras que si se imponen Mourinho y los suyos y consiguen el control del juego, la defensa azulgrana, acostumbrada a que el equipo tenga la pelota, ya ha demostrado que sufre demasiado.
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