El autobombo de Luis Enrique

«Solo por poner las cosas en contexto...», escribe Luis Enrique para acompañar la tabla. Para algunos, el tuit es un gesto de prepotencia, un alarde innecesario que ni siquiera le deja en buen lugar. Para otros es un modo de poner en valor a un equipo, el suyo, al que habitualmente le llueven las críticas, tanto por el juego como por la calidad y la conveniencia de sus jugadores. Visto el éxito del tuit, resultó una excusa perfecta para debatir sobre la figura del seleccionador.

Luis Enrique sigue la senda que en su día ya utilizaron para sacar pecho entrenadores como José Mourinho o Diego Simeone. El portugués, más tradicional, sacó un papelito durante una rueda de prensa para recordar sus éxitos al frente del Real Madrid. El argentino, de palabra, aprovechó una situación idéntica para enumerar a todos los canteranos que había hecho debutar. Ocurre que, al igual que Mourinho se vanagloriaba de tres semifinales consecutivas de Champions, Luis Enrique tampoco tiene un título con el que poder silenciar a nadie. El asturiano también presume de subcampeonatos y clasificaciones, pero aún no puede hacerlo de trofeos ganados. Tampoco podría jactarse si se tomarán en cuenta los resultados absolutos, porque en esa comparativa sale perdiendo con sus predecesores. Del Bosque (2,41 puntos por partido), Lopetegui (2,40) y Robert Moreno (2,60) tienen mejor porcentaje de victorias que el asturiano (1,94). Sobre ese asunto, por el que le han preguntado en varias ocasiones, siempre responde lo mismo: hoy hay mucha más igualdad en el fútbol y las nuevas competiciones como la Nations League han eliminado de la ecuación los partidos amistosos ante selecciones de menor rango. Para él, la comparación no procede.

Desde el día que aterrizó en Las Rozas Luis Enrique tuvo claro que el puesto de seleccionador no iba a cambiar ni un ápice su forma de actuar. Acostumbrado a gustar «a muy poquitos», como le gusta decir, era consciente de que se ponía en el centro de una diana con muchos tiradores enfrente. No le importó porque se siente cómodo en ese rol. No sucumbió a las presiones para que concediera entrevistas (no ha hecho ninguna en todo este tiempo), y mucho menos hace caso cuando se le pide tal o cual jugador o que juegue de una manera u otra.

El tuit, en el fondo, es una forma de responder a todo eso que llama «ruido externo». De dejar claro que está a muerte con sus jugadores y encantado con el rendimiento y la respuesta que le ofrecen. Lo único seguro es que el Mundial de Catar actualizará el Excel. Y si el resultado no es el deseado, al seleccionador se le volverá en contra.