Neymar deja un boquete en el Barça

La denuncia del socio Jordi Cases y la admisión a trámite por parte del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz de la querella en contra de Sandro Rosell por presunta apropiación indebida provocó la dimisión del presidente azulgrana. Rosell tomó esta decisión tras las presiones recibidas . «No quiero que ataques injustos afecten negativamente la gestión y la imagen del club. Y es por eso que pienso que mi etapa ha terminado aquí», comunicó el entonces mandatario. Era el 23 de enero de 2014 . Rosell consideraba que su esfuerzo por traer a Neymar al Barça no sólo no fuera valorado sino que sirviera para ponerle bajo sospecha, en manos de la justicia y a punto de ser imputado, cuando consideraba que la operación fue «impecable».

Las cifras del fichaje de Neymar han sido la causa de muchos de los dolores de cabeza del club . Tras la dimisión de Rosell, Bartomeu tuvo que comparecer para explicar que el montante de la operación para traer al futbolista no ascendía a los 57,1 millones de euros anunciados inicialmente sino a 86,2 , ya que el contrato incluía una serie de bonos destinados a premiar al padre y al jugador por su decisión de rechazar al Real Madrid. Por este motivo, N&N, empresa de los padres del jugador, percibió 40 millones como indemnización por ficharlo antes de 2014, cifra a la que había que añadir otros diez como prima de fichaje. A esta cantidad habría que sumar otros 20 millones por diferentes conceptos .

El Barcelona se vio obligado a aceptar un pacto con la Fiscalía para evitar un proceso judicial en la Audiencia de Barcelona. El club, como persona jurídica, fue condenado por dos delitos fiscales en la tributación de la renta para no residentes correspondientes a los años de 2011 y de 2013, y ha tenido que pagar los 11 millones de las cuotas defraudadas y otros 5,5 millones de multa , una cifra muy inferior a los 22 millones que pedía la Fiscalía. En este pacto de conformidad, acordado hace un año, quedaron exonerados los presidentes Bartomeu y Rosell , pero el Barcelona queda a la postre como culpable.

El grupo de inversión DIS, que tenía el 40 por ciento de los derechos de Neymar cuando el brasileño jugaba en el Santos, interpuso una demanda al entender que había sido perjudicado al ser la cantidad anunciada por el Barcelona muy inferior a la que entienden que acabó pagando, por lo que sus emolumentos deberían ser mucho mayores de los percibidos. El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata abrió juicio oral contra Neymar, sus padres, Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell y, como personas jurídicas, el Barcelona y el Santos por estafa y corrupción en los negocios. La Fiscalía pidió dos años de cárcel y 10 millones de euros de multa para Neymar y cinco años para Rosell. El fiscal de la Audiencia Nacional José Perals reclamó también 8,4 millones de euros de multa para el Barcelona y siete millones para el Santos. El escrito aseguraba que hubo «intención de ocultar el coste real del jugador».

En estos cuatro años ha protagonizado numerosas situaciones controvertidas. Fue acusado de provocar a los rivales con regates innecesarios, provocó tarjetas para poder irse a Brasil al cumpleaños de su hermana y provocó suspicacias con sus continuos problemas con las botas , lo que se interpretó como una argucia comercial que perjudicó a su equipo.

A las grandes cantidades abonadas por el Barcelona en la contratación de Neymar, impuestos y multas incluidas, hay que añadir el esfuerzo económico que ha tenido que realizar el club para evitar la marcha del futbolista cuando el año pasado el PSG intentó ficharle. Neymar percibía 8,8 millones brutos anuales y sus emolumentos ascendieron a 15 más una prima por la renovación para su padre. El Barça ha congelado estos 26 millones al entender que Neymar solo ha cumplido uno de los cinco años firmados.

La ingente cantidad de dinero recibida a provocado un efecto dominó a la hora de renovar a Messi , al que se le considera el mejor futbolista del mundo y, por tanto debe cobrar como tal. Los bonos de renovación cobrados por el padre del brasileño también tuvieron que ser aplicados al argentino y al resto de futbolistas que ampliaron su vinculación el pasado año, como Busquets y Mascherano .