Salah arrolla a Guardiola

Son ya demasiadas las veces que los equipos de Guardiola se ahogan en su fútbol de mucho ruido y pocas nueces. En el Barcelona, con la mejor generación de siempre de La Masía en sus años más excelsos, aquello era Disneylandia 24 horas al día, pero la diversión no es eterna. Tanto en el Bayern como en el City, Pep se ha mantenido fiel a ideario, pero los actores no son los mismos. De nada sirve mover la pelota de un lado a otro, arrinconar al rival en área propia, para luego disparar con pistola de agua.

En solo 29 minutos, la electricidad que caracteriza a los equipos de Klopp desmontó a un City que tiene un ocho mil por delante para meterse en semifinales de la Champions. Sería Salah, a los once minutos, quien comenzara la pesadilla de Pep . Partió el egipcio en ligero fuera de juego, en el arranque de la jugada, que Firmino no supo llevar a la red, pero sí asistir al ariete para que este pusiera el primero. Séptimo tanto en Champions de Salah, cuyos números de esta temporada están a la altura de Cristiano y Messi: 38 goles y 12 asistencias.

Ocho minutos después, el segundo disparo a puerta de los «reds» también acabó en la red de Ederson. Oxlade-Chamberlain recogió un balón a 30 metros de la portería y desde allí soltó un misil imparable para el guardameta brasileño. Anfield se frotaba las manos.

A la media hora de partido, el Liverpool dejaba la eliminatoria muy de cara con el tercero, obra de Mané, tras rematar de cabeza un centro medido de Salah. El senegalés también suma siete tantos en la competición continental.

El 3-0 en treinta minutos dejó en coma al City , tanto que al descanso la posesión estaba incluso ligeramente por encima para el Liverpool: 51 a 49 por ciento. Ni siquiera en el vademécum de Guardiola fue superior el Manchester en el primer acto.

Tras el refrigerio, la lesión de Salah , que se marchó quejándose de la parte superior del muslo, y el cambio de Sterling por Gundogan, vaticinaban una segunda mitad de claro color citizen, pero otra vez fue un espejismo. El Manchester era demasiado inocente de tres cuartos de campo hacia adelante y los de Klopp se sentían cómodos defendiendo su jugosa renta. Tanto que el primer disparo recibido llegó en el minuto 85, en un gol anulado a Sterling tras asistencia de Sané, que había partido en fuera de juego.

Fue el único sobresalto para un Liverpool que acaricia las semifinales de Champions, tras diez años sin aparecer entre los cuatro mejores equipos de Europa. Guardiola se queda al borde del abismo.