Empate entre bostezos

«El Gerona quiere ponerse al lado de la voluntad de los ciudadanos de este país que han hecho evidente en numerosas ocasiones la intención de expresar su libertad democrática ejerciendo el derecho a decidir. Condenamos cualquier acción que vulnere la libertad de expresión con medidas represivas», defendía el club catalán.

No fue la única queja del Gerona. En la previa, Pablo Machín ya había lamentado que el Leganés, que jugó el viernes entre el Éibar, tuviera dos días más de descanso y el inicio del partido le dio la razón. Los pepineros salieron como un vendaval y al minuto ya tuvieron la primera ocasión aunque el larguero se alió con Iraizoz. El cansancio al que hacía referencia Machín y la próxima visita del Barcelona a Montilivi aconsejaron al técnico del Gerona tirar de rotaciones. y los rojiblancos lo acusaron.

Asier Garitano planteó un partido ofensivo ante el que sabe que será, a priori, un rival directo en la lucha por evitar el descenso. Los madrileños necesitaban imperiosamente una victoria para romper una racha negativa tras dos derrotas consecutivas (Eibar y Getafe), que difuminaba un inicio liguero muy prometedor. Beauveu, que gozaba de su primera titularidad, trató de aprovechar la oportunidad desde el principio y puso a prueba los reflejos y calidad de Gorka en varias ocasiones. Al delantero francés se le sumó en sus acometidas Eraso, que perdonó demasiado.

Sufría el Gerona y el Leganés castigaba la zona de medios de su rival. Los de Machín estaban embotellados en su campo y Pere Pons y Granell se tenían que multiplicar para frenar las acometidas de los pepineros y Alcalá se crecía pare defender el feudo de su portero. No obstante, conforme avanzaba el cronómetro, las fuerzas se fueron igualando y Stuani metió el miedo en el cuerpo a la grada de Butarque con un par de remates que no subieron al marcador por los pelos.

El gol es una de las carencias que padece el equipo de Machín y Stuani, que solo ha marcado dos goles en lo que llevamos de temporada, trataba de dar un paso al frente y asumir los galones que se le presuponen en el ataque catalán. Ambos equipos se concedieron 15 minutos de descanso en su intercambio de golpes, que inexplicablemente no obtuvieron rédito en sus marcadores.

El inicio tras la ducha de refresco se movió en los mismos derroteros. Un Leganés que dominaba tímidamente y un Gerona que se defendía como gato panza arriba pero con la zarpa a punto para dar un susto en cualquier momento a los madrileños. Ambos técnicos empezaron a mover los banquillos. Machín para dosificar a su equipo y Garitano para buscar una reacción con la que sumar los tres puntos. Omar Ramos entró por Brasanac y Amrabat dio descanso a Szymanowski. Una declaración de intenciones que no le acabó de dar el resultado esperado. El internacional marroquí no entró prácticamente en juego y su única jugada destacable fue un gol anulado por un fuera de juego.

Se le sigue atragantando el Gerona al Leganés, equipo al que no ha podido ganar en los cuatro enfrentamientos que han disputado en Segunda división, aunque los de Garitano toman aire de cara a los próximos duelos (el domingo viajan a Las Palmas y la próxima semana reciben al Atlético de Madrid). Los de Machín, con evidentes signos de cansancio, dieron por bueno el empate en los últimos minutos acuciados por su necesidad de puntuar. Las tablas en Butarque tienen sabor a triunfo tras la derrota en San Mamés (2-0) y ante el Sevilla en Montilivi (0-1). Y más teniendo en cuenta el duelo del próximo sábado ante el Barcelona, que llegará exhibiendo liderato y estrellas.