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El bar de Mou

Traidores de melodrama

Suárez hace un gol y no lo celebra, todo lo contrario que Raúl de Tomás, que tendrá sus gatos en la barriga con el Madrid

Ignacio Ruiz-Quintano

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El Madrid no juega a nada, pero está en lo más alto del guindo, en compañía del Atlético, que tampoco juega a nada, pero la nada atlética entusiasma, mientras que la nada blanca sume en la melancolía, y uno teme por Camavinga, que arranca bien, ... y al rato se le pone careto de malogrado, y no queremos pensar en el malogrado de Thomas Bernhard. Hay equipo para Halloween: Lucas, Nacho, Modric, Kroos, Hazard, Vinicius… están de broma. Florentino Pérez pide ataque (el adeéne del club, dice), y Ancelotti, ‘agradaor’ profesional (presume de ello), se lo da… con lo que tiene. Defensivamente, al lado del Madrid de Ancelotti, que iguala un registro negativo de Lopetegui, el Barcelona de Koeman es la Juventus de Trapattoni, el amigo del cardenal Ratzinger. Enfrente, el Español de Vicente Moreno pareció ratos el Bayern de Flick. Si el Madrid se presenta así al Clásico, hay Koeman en el Barça para toda la temporada, y quizás ésa sea la estrategia.

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