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El Milán no perdona a Luis Enrique

Ibrahimovic y Nesta asaltan el Olímpico y dejan tocado al técnico español, que hizo las paces con Tassotti

El Milán no perdona a Luis Enrique EFE

V. PÉREZ

29/10/2011
Actualizado 30/10/2011 a las 00:24h.

Luis Enrique se marchaba con gesto serio del Olímpico. No era para menos. Acababa de sufrir una derrota en casa contra un rival directo. No existe, por tanto, consuelo posible en la reconciliación con Tassotti diecisiete años después de su codazo en Estados Unidos. [Narración y estadísticas]

... El Milán de Allegri ya funciona. Cuatro victorias consecutivas después, los «rossoneri» ya se ven peleando por el campeonato. Este domingo se han quitado de encima al que fuera rival directo antes de que comenzase la temporada. Sin embargo, el cambio de manos en el equipo romano y la inversión que se ha traducido en un rosario fichajes, no se ha traducido en resultados. El proyecto de Luis Enrique es a largo plazo, pero la soga le llega al cuello tras nueve jornadas de Liga.

La imagen llegó antes del inicio el encuentro. Luis Enrique se acercó al banquillo del Milán y saludó a Tassotti , protagonista de aquel codazo en el Mundial de 1994 que hizo llorar al asturiano y a millones de españoles. Después de diecisiete años tocaba pasar página. Los recuerdos de la selección española ya se cuentan con otro color.

El primer golpe lo dio Ibrahimovic. Centro medido de un Aquilani inspirado y espléndido cabezazo del sueco tras elevarse por encima del resto. Allegri dio el mando a Luis Enrique pero el partido siempre estuvo donde quiso el Milán. La Roma cayó en la trampa y su juego de posesión se tradujo en ritmo lento y escasas ocasiones. Aún así, Burdisso puso el empate tras un córner mal defendido por el Milán.

Bojan recorta distancias

La respuesta llegó un minuto más tarde, también desde córner. Un gran golpeo de Robinho para la entrada de Nesta al punto de penalti, completamente solo. Alessandro, como el Milán, no suele perdonar. Los de Allegri volvieron a sestear el partido. El intercambio de golpes llegó entonces a balón parado. Pjianic no estuvo lejos del empate en un libre directo, pero la Roma volvió a pecar de falta de ritmo e intensidad, algo que le sobraba a Luis Enrique en su etapa como futbolista.

Bojan y Lamela entraron para dar a la Roma otro aire. Mientras, Ibra seguía a lo suyo y casi sentenciaba el encuentro desde las alturas. Otro gran cabezazo puso el 3-1 en el marcador y el Milán estuvo muy cerca de cerrar el partido con una ocasión de Nocerino a puerta vacía.

Minutos después los cambios daban la razón al técnico español tras un disparo desde la frontal de Lamela que despeja Abbiati y Bojan envía a las redes tras la caraja del Milán. En los últimos segundos el Olímpico soñó con el empate, sobre todo tras una desastrosa salida de Abbiati que logró tapar la zaga de los «rossoneri». Así, diecisiete años después, Tassotti podrá seguir diciendo que Luis Enrique tiene pesadillas con él. Podrían ser las últimas del español en Roma.