Los convulsos 50 días de Setién

«Estoy bastante tranquilo porque sé que vamos afrontar el partido superando la derrota en el Bernabéu, no nos va a dejar secuelas . En Madrid hubo fases que tuvimos que hacer mejor las cosas. Hicimos siete ocasiones de gol. Estamos en una buena línea. Seguimos ahí y confiamos en hacer un gran partido para demostrar a la gente que estamos. Estamos a un punto y queda mucho », explicó el preparador en la previa del partido ante la RealSociedad, a la que necesitan vencer para dormir aupados en el liderato esperando a lo que pueda hacer mañana el equipo de Zidane en el Benito Villamarín. No está teniendo fácil el camino Setién, que cuando hace dos meses paseaba entre las vacas no se imaginaba la trascendencia que suponía entrenar al Barcelona.

Reconoció el entrenador del Barcelona haberse disculpado con el vestuario y con el club por el comportamiento de su segundo en Madrid, cuando Eder Sarabia se quejo explícitamente de la actuación de varios jugadores. «Los jugadores tienen claro cuál es el puesto de cada uno» , asegura a pesar de haberse arredrado ante sus jugadores. Es el último incendio que ha tenido que apagar dando un toque e atención público a su ayudante.

«Lo único que ha hecho mal son las formas, que a mí no me gustan. Es normal gritar en el campo, advertir a los jugadores. Esto a mí me encanta y no me preocupa. Lo que me preocupa son las formas, y esto lo tengo que matizar. Cuando hemos hablado y hemos pedido disculpas, es porque hay una serie de palabras que no se deben utilizar cuando representas a un club como este. Todo el mundo entiende que el entrenador grita. Nosotros tenemos la obligación de guardar las formas, porque hay muchos niños viéndonos y porque hay mucha gente que nos ve. Lo importante son las formas, no el fondo», explicó.

A pesar de su discurso cruyffista y su intención de apostar por continuar la apuesta del Dream Team y del Guardiolismo , lo cierto es que Setién se ha decantado por cuatro centrocampistas, con Arturo Vidal como titular indiscutible, acercándose más a la idea de Valverde que del propio Cruyff. Ahora medita regresar al 4-3-3 pero la derrota en Madrid le ha restado apoyos en el vestuario. «No sé en qué te basas para decir que no tenemos el control de la plantilla. No tenemos ningún problema , estamos encantados con el vestuario que nos hemos encontrado. Esto es una balsa de aceite. Cada vez que hablamos con ellos, lo están aceptando todo con una actitud extraordinaria . Algunos dan su opinión, porque la pedimos, pero nada más. Están viendo que hay cosas que están mejorando. Tenemos una relación con el vestuario extraordinaria», asegura el técnico.

Uno de los grandes méritos de Cruyff fue su ciega confianza en la cantera y la promoción de futbolistas de la casa. No lo hizo Valverde y tampoco lo está haciendo Setién , decepcionando a un «soci» ilusionado con el retorno a los gloriosos orígenes. Traspasó a Carles Pérez y Abel Ruiz, ha restado protagonismo a Ansu Fati (13 minutos en los últimos tres partidos) y los futbolistas del filial que ha convocado ( Riqui Puig, Brandáriz, Collado, Araujo, Akieme y Rey Manaj ) tienen una relevancia residual. «Por diferentes circunstancias entiendes que hay otros jugadores que te pueden aportar más en algunas cosas concretas», apunta sobre Ansu Fati .

« Hay mucha gente resultadista , yo sigo teniendo pasión por jugar», asegura. Pero lo cierto es que le dejaron al Barça líder en Liga y ahora está a un punto del Real Madrid.