La ribera del Manzanares no abandona el rojiblanco

Como manda la cita el tren luce los colores rojo y blanco de principio a fin por petición de la Peña de Mundía, los encargados de traer hasta Madrid la carroza de un león–en honor a San Mamés, mártir que fue arrojado a los leones– de dos metros de alto que descubre el escudo del Athletic de Bilbao en la parte trasera del vehículo.

«Todo por animar al equipo», asegura José Emilio. Como él más de 50.000 aficionados han llegado para animar a los vascos esta noche en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona. Tan sólo 20.000 tienen entrada para ocupar una localidad del Vicente Calderón, el resto disfrutará del partido desde los alrededores del estadio o en la propia «Athletic Hiria» (zona habilitada para los fans del equipo vasco). «La fiesta también se vivirá desde aquí. El ambiente es increíble», asegura Jon, un hincha que viste la camiseta de Iturraspe y que garantiza que el fin de semana va a ser fantástico a pesar de no ver el partido in situ.

Los cánticos y gritos no cesan durante el viernes soleado que Madrid brinda a ambas aficiones. De repente en la carpa de los seguidores del equipo de Bielsa aparecen los «zanpantzar» , nueve hombres disfrazados del personaje de la culura vasca que según la tradición fuerza el despertar de la naturaleza y que según los aficionados «siempre trae suerte».

En la «Athletic Hiria» el futbolín es el rey de los juegos. Pero no solo entre los hinchas vascos, alguno del Barcelona se acerca por el Paseo del Rey a retar a los rojiblancos . Joan y David, con Messi a la espalda, aseguran que antes de acudir a la zona de fans de su equipo querían ver el ambiente «de los otros».

A menos de 2 kilómetros y medio, en la zona de Matadero, suena pop catalán y la voz de «L’Speaker» sobresale por encima de los numerosos «Visça Barça» que se escuchan. Con el 12 de dorsal es el encargado de que en la zona de fans del Barcelona los ánimos no decaigan entre los pocos, a diferencia de la «Athletic Hiria», que se han acercado hasta media tarde. 18.000 hinchas han viajado hasta la capital para disfrutar del último partido con Pep Guardiola en el banquillo culé.

Sara y Javi pasean entre las distintas atracciones de las que pueden disfrutar los hinchas del Barcelona (disparos a una portería con Víctor Valdés protegiéndola, talleres para decorar las caras con distintos emblemas del Barcelona...). Él viste una camiseta de Llorente, ella lleva por falda una bandera del club catalán. «Y no hay problema, es fútbol, pero el que pierda le toca fregar una semana entera», dice Sara entre risas.

La ribera del Manzanares es una fiesta desde que las carpas oficiales abrieron esta mañana. El Vicente Calderón lo será esta noche. El Barça se ampara en su palmarés, en su habilidad de hacer buen fútbol y en el hambre de títulos que les ha dejado esta temporada. El Athletic de la mano de sus 20.000 butacas, de los «zanpantzar» y de otros miles de aficionados que durante todo el día gritan: «esta final sí».