Alemania-España
España responde ante la actual campeona
Lopetegui sigue invicto. Marcó Rodrigo y respondió Muller por los alemanes. Buenos minutos de la selección en la primera parte
Crónica
España se enfrentó a minutos de una presión alemana espectacular . Eso fue quizás lo más interesante del partido. Se metían en campo contrario de una manera casi insolente. Sin Busquets , era el momento de ver a Koke y Thiago en la ... tarea. Hubo momentos de dificultad, fallos en los laterales al sacar la pelota. Cuando lo conseguían, pasada la defensa, España se desparramaba técnicamente. Las posibilidades arriba son enormes. Muy pronto llegó el gol, un pase al hueco de Iniesta para Rodrigo , que remató de primeras. Rodrigo gustó, se entiende bien con los mediapuntas, se diría que mejor que Costa y Morata.
Medio gol era de Iniesta , que estuvo en plan doctoral. Le ayudó Isco, apareció por las dos bandas y retribuyó con esfuerzo la fidelidad de Lopetegui. Alemania respondió retomando el partido . Ya no es la sacudida vertical en busca del pánzer. Werner es un delantero que desciende y busca a Draxler y Draxler se enlaza con Kroos, que siempre parece más rubio con Alemania. Por ese hemisferio se desarrolló la dominación de los de Low. España se retraía, quizás demasiado. Un equipo tan extremo, tan extremadamente técnico, bajito, parecía algo fuera de sí metido en su área y sin balón.
Había algo de estudio, de ensayo académico, de reto en la presión alemana que España solo superó de forma desigual. Pero ay cuando lo hizo... En algunos minutos España demostró tener unas posibilidades infinitas . Los medios bajaban y la pelota salía en forma de rondos sucesivos, de inteligentísimas jugadas solidarias. Esa es la ventaja competitiva española. A la altura de la mitad del primer tiempo hubo algún éxtasis de tiquitaca. A la arrogante presión alemana España respondía con un juego primoroso y combinativo que enmudecía al merkeliano público y hacía brotar cánticos ibéricos en la grada. ¿Emoción española? ¿Orgullo por el tiquitaca? Todo aficionado debería sentir la voluptuosidad de ese fútbol. En el toquecito hay algo común, un lenguaje nacional, un entendimiento mudo. La operación de Luis Aragonés fue españolizarlo y traducirlo castizamente.
España tuvo el defecto clásico de querer meterse en la portería con paredes , y no remató dos o tres llegadas. Los árbitros estuvieron cicateros con los fueras de juego, y menos mal, porque Piqué sufrió lento frente a Werner . El segundo defecto de España, o el mérito alemán, fue dejarse meter en su área nuevamente. No aparecía Ozil, muy lejos de lo candente, pero sí Muller con un tiro lejano y orientado a la escuadra. El gol vino tras una pérdida de balón de España, con alguna dificultad añadida para sacar su juego.
Alemania le ha robado en estilo a España, y lo ha endurecido, vigorizado, remachado metálicamente . En España depende aun mucho del ya quijotesco paso del genial Iniesta.
Al descanso el partido llegó precioso. Cavilaban Low con su pelazo de japonesa (el pelazo es el escote del hombre) y Lopetegui con su gesto indescifrable. Alemania tiene más ritmo y el disparo de siempre. Draxler probó de lejos a De Gea. La segunda comenzó igual: con la presión local sobre España y una verticalidad aún mayor en Werner, un nueve de amplio repertorio.
El partido, en cualquier caso, ya estaba modificado por los cambios. Saúl sustituyó a Iniesta para hacer convincentemente de Busquets. No estaba Iniesta, pero apareció Silva puntualmente. Dos ocasiones serias. Alemania respondía con contragolpes llevados por Werner. Ter Stegen y De Gea mantenían el empate con paradas colosales.
El partido estaba electrizado y casi roto, en una especie de destrucción mutua asegurada, y más para Asensio que para Isco. Había hecho un buen partido, pero la velocidad actual impone a Asensio. Puso buenos balones. El partido decayó a la altura del 60 . España volvió a tejer juego, a tener una tranquilizadora posesión a la que Werner, fichable y espectacular, respondía con contras fulminantes.
Alemania dobla cada puesto perfectamente: se va Draxler y entra Sané. Su once mejoró en el carrusel de cambios. No se modifica la estructura, la idea se mantiene. Lopetegui puso una España algo distinta, con Asensio y Lucas . Sin Iniesta, Isco ni Silva acabó España. Sin la sinergia de sus toques es otra cosa.
Costa falló un gol cantado , debutó Rodri y no hubo tarjetas. Mucho respeto a los tobillos ajenos.
En la banda, Low tiene pinta de dirigir un ensayo de ballet. Alemania es la campeona y juega como tal, pero la España de Lopetegui, que no pierde, vuelve a mirarle a los ojos.
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