La Rosaleda quiere dejar de ser fácil para el Barça

Luis Enrique, obsesionado con transmitir tensión permanente a su equipo, volvió a dar la lista de convocados a pocos minutos de coger el avión rumbo a Andalucía, donde su Celta de Vigo, por cierto, no cedió un solo punto en todo el curso pasado. El técnico asturiano sigue con su política de rotaciones y dejó en Barcelona esta vez a Alves y Mathieu, dos teóricos titulares en la zaga. Piqué, suplente el pasado domingo ante el Levante, ocupará en principio la plaza del francés, mientras que el lateral diestro se lo disputarán Montoya y Douglas. El ex del Sao Paulo aún no ha debutado con la camiseta azulgrana, así que si juega en Málaga dejará a Vermaelen como único fichaje por estrenar. El belga, todavía sin el alta médica, se quedó en Barcelona junto a Rafinha, que continúa tocado. Mientras, Luis Suárez participará en un amistoso de preparación con el Barça B ante la selección indonesia sub-19. Al uruguayo le queda un mes exacto de sanción.

A la espera de Suárez, el Barça sobrevive holgadamente con la generosa producción de la sociedad que forman Neymar y Messi. El argentino, más asistente que nunca, es el único de la plantilla que ha jugado todos los minutos en Liga y Champions. Goza de «total libertad» según Luis Enrique y sus compañeros se desgastan y ordenan en buena medida para propiciar la mejor expresión de la estrella. En este sentido, el Málaga sabe que la presión azulgrana será alta, casi temeraria, por lo que tendrá que ser práctico en la salida y vertical cuando tenga espacio en el balance ofensivo. Javi Gracia, técnico del equipo costasoleño, tiene la duda de su lateral izquierdo titular, Antunes, y podría sacrificar a Santa Cruz en favor de un nueve con más movilidad y velocidad: Amrabat. El resto podrían ser los mismos que consiguieron empatar contra el Español en el descuento (2-2).