Fórmula 1
De la Rosa: «Aston Martin no puede obsesionarse con la 33 de Alonso»
gran premio de inglaterra
El español analiza en una entrevista con ABC el momento del equipo de moda, el rendimiento de Fernando Alonso y su pasado como expiloto
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Fernando Alonso y Pedro de la Rosa
Pedro de la Rosa baja las escaleras en el campamento de Aston Martin con paso ligero, saluda a la población verde del equipo, comenta alguna chanza con el jefe Mike Krack y pide una coca cola antes de charlar con ABC en el circuito ... de Silverstone. Es el embajador de la marca británica, un cicerone con vuelo y autonomía que exhibe una sonrisa como carta de presentación. Se le nota feliz en su nueva etapa, 52 años, ligado a un proyecto en auge, en el deporte que adora y con Fernando Alonso a su lado.
-¿Quién le iba a decir que a estas alturas de su vida encontraría una oportunidad así?
-En efecto, se han alineado muchos astros. Fernando en Aston Martin, un proyecto que me ilusiona y un periodo de mi vida, con mis hijas ya más mayores, que me permite dedicarme a mi pasión, la competición de motor. La vida son etapas y tocaba volver a la F1.
-¿Tuvo más ofertas?
-No. Cuando acabó mi relación con Ferrari, no pensaba en volver a la F1. Cogí alergia a viajar, los aviones, estar lejos de la familia… Pero ahora el cuerpo me pide volver. Aston Martin es un proyecto al alza, en crecimiento y ya con resultados.
-¿Cómo su fichaje?
-Mi hija estaba haciendo prácticas de becaria en Aston Martin y cuando fui a buscarla en verano, me encontré con gente que conocía, Martin Whitmarsh, Matt Bishop. Mi primer equipo en la F1 fue Jordan, la misma estructura que ahora es Aston Martin. Cuando volví a casa pensé que era un proyecto de locos, maravilloso, 20 ingenieros españoles en el equipo. Uno de ellos me dijo que sería un sueño que estuviéramos en el equipo tanto Fernando como yo, y le respondí: eso es magia, no pasará. Y mira.
-¿Qué diferencia a Aston Martin de otras escuderías en las que ha trabajado?
-La ambición. También la inversión. Todos los equipos en los que estuve, salvo HRT, decían que el objetivo era ganar, pero luego hay que invertir y creer. En Aston Martin se hace todo lo que sea necesario para que el objetivo se cumpla un día: acabar ganando. Esa ambición se transmite. Se hace absolutamente todo para conseguirlo.
-¿Se puede parecer al caso Red Bull?
-No sé, nunca estuve ahí. La ambición es básica. Hay momentos difíciles, personales, económicos, de grupo… Pero solo los equipos que mantienen la solidez para cumplir con los objetivos, llegan dónde quieren. Y este equipo lo está logrando. Y aunque los resultados no fueran tan buenos como están siendo, no iba a cambiar mi confianza en el proyecto.
-¿Es una gran venta de producto o es real todo lo que dice?
-A mí me da una gran confianza lo que veo por detrás, lo que se está haciendo con vistas al futuro. No es una cuestión de los resultados actuales, sino la inversión para los próximos años. La nueva fábrica, el nuevo túnel del viento, la cantidad de talento que se ha fichado para reforzar todos los departamentos. Y el hecho de contratar a un súper-piloto como Alonso, indica de alguna manera lo que se puede esperar.
-Usted tiene 52 años, Alonso 41. ¿Es una reivindicación del valor de la veteranía?
-A ver, los jóvenes llegan muy, muy preparados a cualquier trabajo. Y creo que siempre van a mejorar lo presente, pero en el caso de Fernando es la excepción que confirma la regla. Es un súper-piloto, un talento superior, da igual la edad. Posee una tenacidad y una determinación sin igual. Una motivación para estar aquí es poder trabajar con él. No siempre todo lo nuevo es mejor, las organizaciones son potentes si mezclan juventud con experiencia. Ha de haber equilibrio, liderazgo.
-Ha sido piloto, probador, empresario, ahora embajador. ¿Qué le falta por hacer en la Fórmula 1 o el mundo del motor?
-Me falta ver ganar a Aston Martin. No me voy a retirar hasta que este equipo gane. Es la mayor ilusión del mundo. Aunque yo no conduzca, cuando trabajas para un equipo, sientes que empujas a ese coche. Y los buenos o los malos resultados los sientes como si condujeras.
-¿Le molesta que se le reconozca más como comentarista de TV que como expiloto?
-Es algo natural. Es signo de madurez aceptar que he pasado página a una etapa preciosa de mi vida. Tú lo has dicho, expiloto… Al principio te choca, luego lo aceptas. Ahora tocan otros retos y por eso estoy aquí. Uno de los secretos por lo que disfruto tanto comentando carreras o trabajando en la F1 es porque he sabido pasar página como piloto. No es fácil hacerlo y siempre tienes el gusanillo de que me gustaría volver a conducir. Para cualquier deportista es muy complicado el día después, pero me lo paso muy bien, en Aston Martin y analizando las carreras. Disfruto viendo lo bien que lo hacen otros pilotos. No me ha entrado el mal del expiloto, ese periodo oscuro que algunos viven al dejar la competición.
-Desde un análisis técnico como piloto, ¿cuáles son las virtudes de Alonso al volante?
-Se adapta a cualquier coche, circunstancia, circuito, neumáticos… Sabe adaptarse a cualquier cosa que le esté ocurriendo al coche. Posee una capacidad de trabajo sin igual, está 24 horas al día pensando en mejorar. Y tiene una pasión sin límite por su trabajo. Nunca se cansa de conducir, sea F1 u otro coche. Son atributos muy tópicos, pero aplícalos durante toda tu vida. Y lleva diez años en equipos que no han podido ganar.
-¿Y qué defecto tiene como piloto?
-Ufff, buena pregunta… Yo no le veo ninguno.
-Eso decía su antiguo ingeniero Andrea Stella, su mayor virtud es que no tiene defectos.
-Estoy de acuerdo. Tiene una capacidad intelectual muy alta, analiza las carreras y está pensando soluciones a nivel estratégico. Cuando estás en una situación de estrés, falta de oxígeno, es difícil pensar en otras situaciones que te ayuden a ir más rápido. Y él lo consigue. Es muy difícil de atacar, porque es muy completo. No sabría decirte un punto débil.
-Según el rendimiento que ofrece Red Bull (han ganado todas las carreras), ¿se puede pensar en la victoria 33 de Alonso?
-Hay que ser realistas. Hay que hacer las cosas muy bien, por si hay una posibilidad, estar al acecho. Esperar que Red Bull tenga un mal fin de semana y ser los primeros para coger el testigo. No hay que hablar solo del coche de Red Bull, hay que ensalzar la figura de Max Verstappen. Está conduciendo como nunca, en mojado, en seco, en modo cambiante. No le recuerdo un fallo, un trompo, un bloqueo de neumático en una curva. Está a un nivel altísimo. Hay que estar preparado y creer. Estar ahí para ser los primeros en el rebote.
-Si gana siempre el mismo, se anula la incertidumbre. ¿No decae como un producto atractivo la F1 demasiadas veces?
-Es un riesgo y es un hecho. Es el segundo año de un cambio de reglamento muy, muy potente. Estamos en una fase en la que tres equipos luchan por la segunda plaza. Y puede unirse otro, un Alpine, etc. Las diferencias en la Fórmula 1 nunca son eternas y según pasan los años y hay estabilidad reglamentaria, iremos acercándonos. Tenemos unos años futuros muy interesantes.
-¿Hay que esperar al próximo año, por tanto?
-Quedan muchas carreras este año. No podemos obsesionarnos con la 33. Nadie en Aston Martin está obsesionado con la 33. Pero estamos trabajando muy duro para conseguirlo.
-La afición es otra cosa…
-Claro. Es muy bonita la pasión por la 33, no solo el público español, sino el público en general. Nosotros solo les podemos prometer trabajo, nada más.