Peligra el equipo número 11 de la Fórmula 1

Según la información expuesta por la FIA la pasada semana, Michael Andretti, hijo del campeón del mundo de F1 en 1978 (Mario), crearía una escudería en colaboración con la marca Cadillac, lo que supondría la aparición en este negocio de uno de los gigantes del automovilismo, General Motors.

Michael Andretti ha tocado los palos correctos para ingresar en la F1, con su marca diferenciada (Cadillac) y una escudería cien por cien estadounidense con sede en Fishers (Indiana). Es la misma nacionalidad que los dueños de la F1 (Liberty), pero podría no ser suficiente para asegurarse la admisión.

Ante la suspicacia de los otros equipos -salvo Alpine y McLaren, nadie ha mostrado un apoyo-, el presidente de la FIA publicó una comunicación al ataque en las redes sociales. «Es sorprendente que haya habido alguna reacción negativa a las noticias de Cadillac y Andretti», escribió Mohammed ben Sulayem. «En los últimos años, la FIA ha aceptado la entrada de organizaciones más pequeñas y también menos exitosas».

Y censura la falta de solidaridad de las otras estructuras. «Deberíamos animar y apoyar la entrada de grandes fabricantes mundiales como General Motors, así como también de otras estructuras de carreras como son Andretti y otros aspirantes».

Andretti es propietario de equipos en casi todas las categorías del motor de Estados Unidos, con especial incidencia en la IndyCar, en la que su piloto Colton Herta opta a ser el titular de la escudería de Fórmula 1.

«El interés de equipos que provienen de mercados en crecimiento añade diversidad y a su vez aumenta el atractivo de la Fórmula 1», concluyó el presidente de la FIA.

La FOM, la empresa propietaria de la F1, emitió un comunicado tibio respecto a la entrada de un nuevo equipo. «Cualquier solicitud de un nuevo participante requiere el acuerdo tanto de la F1 como de la FIA. Cualquier inscripción adicional se basaría en la aceptación del reglamento de la FIA para 2026 por parte de los fabricantes, que ya cuenta con la entrada de Audi».

Uno de los argumentos de los equipos respecto al legado que podría dejar Andretti al entrar en la F1 lo resolvió el interesado con otra réplica: «Bueno, estamos trayendo a uno de los fabricantes más grandes del mundo, con General Motors».

Con el apoyo de la FIA, pero sin el respaldo explícito de la Fórmula 1 y de ocho de los diez equipos que la componen, la decisión puede posponerse durante meses en el típico y laborioso asunto de F1 que se dilata en el tiempo.

El director ejecutivo de la F1 y ex director de Ferrari durante la época de Fernando Alonso con los italianos, Stefano Domenicalli, comentó en septiembre pasado que la expansión de este deporte más allá de los 10 equipos «no era una prioridad». «No es un problema de cantidad, sino de saber cómo podemos dar un paso para aumentar el valor de la Fórmula 1».

Hace siete años había once escuderías en la Fórmula 1. La desaparición de Manor (antes Marussia y Virgin) al final de la temporada 2016 dejó la competición en el número actual, 10. Desde la irrupción de Liberty como dueño del negocio, la expansión comercial en Estados Unidos ha experimentado un crecimiento considerable, con la llegada de nuevos patrocinadores y en 2023, con tres carreras en suelo estadounidense, Miami, Austin y Las Vegas. Ningún país junta tanto músculo como EE.UU. en la Fórmula 1.