Los nombres detrás de la F1 en Madrid

Díaz Ayuso delegó la gestión de este proyecto después de una reunión con José Vicente de los Mozos, directivo ligado a la automoción que nació en Sao Paulo por el trabajo de su padre. De los Mozos (61 años), que es presidente de Ifema y al mismo tiempo consejero delegado de Indra, entró como aprendiz en la factoría de FASA-Renault de Valladolid en 1978. Estudió después ingeniería aeronáutica y se hizo hueco como directivo en la fábrica de montaje de Renault en Pucela.

Desde esos inicios como becario, progresó hasta la cumbre. CEO del grupo Renault España en 2012. Y director general adjunto a nivel mundial de la marca francesa en 2019. De los Mozos conoció a Fernando Alonso y a su mánager de toda la vida, Luis García Abad, desde su puesto de dirección en el grupo Renault y en los vínculos con la Fórmula 1.

Con García Abad entabló una relación de confianza y amistad desde hace dos décadas y se acentuó cuando éste empezó a desvincularse del piloto asturiano después de su retirada de la F1 en noviembre de 2018. Al recibir el encargo de la presidenta de la Comunidad de Madrid de activar un plan F1 para Madrid, De los Mozos marcó el teléfono de García Abad, quién está contratado en exclusiva para este proyecto desde hace un año y medio.

El filólogo que un día empezó a colaborar con Fernando Alonso desde su responsabilidad como director de marketing de LeasePlan y luego se convirtió en la mano derecha del piloto ha sido el brazo ejecutor en el día a día del futuro Gran Premio de Madrid, desde la oficina móvil de su portátil que ha viajado en silencio por el mundo y ha utilizado sus contactos de la F1.

García Abad se encontró al otro lado de la mesa, como negociador principal, a la persona que en 2008 y 2009 había llamado a su puerta para embarcarse en el fichaje de Fernando Alonso, quien corría para aquel Renault naranja que nada tenía que ver con el Renault azul campeón. Stefano Domenicalli, ahora CEO de la Fórmula 1, era en esa época el director del equipo Ferrari.

Entre Alonso, Domenicalli y García Abad siempre hubo sintonía y afecto personal. El piloto permaneció en Ferrari los años que estuvo al frente el directivo italiano, cinco, de 2010 a 2014. Cuando Ferrari despidió al ejecutivo nacido en Ímola y puso en su lugar a Marco Mattiacci, Alonso se marchó a McLaren. Pero García Abad y Domenicalli volvieron a encontrarse años después con Madrid sobre la mesa del tablero de juego.

Cuando el consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, envió una carta institucional a Domenicalli el pasado 20 de junio mostrando en ella las bondades de Madrid como sede de la F1, el circuito ya estaba diseñado «centímetro a centímetro» por las inmediaciones del Ifema y la estructura del gran premio en marcha, según las fuentes consultadas por ABC.

La empresa italiana especializada en ingeniería, arquitectura y diseño de circuitos de carreras Studio Dromo ideó la pista que acogerá el gran premio. Dromo ya se había encargado de las mejoras estéticas y funcionales de Paul Ricard en su regreso a la F1: asfaltó el 70 por ciento del trazado francés y centró su labor en las curvas azules para favorecer los adelantamientos. También realizó las mejoras en Silverstone (Inglaterra) y llevó a cabo todas las funciones para la reapertura de Zaandvort (Países Bajos).

El trazado de Madrid discurre por un lugar del extrarradio, en una zona poco genuina para el magnetismo que se supone a la capital, las instalaciones de Ifema, la carretera lindante con la Ciudad Deportiva del Real Madrid, los antiguos terrenos del MadCool y la autovía M11. Según algunas filtraciones sin confirmar, la pista tendrá una curva en peralte y podría ser una carrera en horario nocturno.

Pero, es la pretensión de sus promotores, quiere convertirse en un gran premio en modo experiencia. Conciertos, eventos, acción social alrededor de la pista y los coches, muchos invitados vip y enfocada hacia el espectador curioso más que al especialista en automovilismo. Un estilo a la moda de los tiempos en la F1: circuitos urbanos en grandes capitales, Yeda, Bakú, Miami o Las Vegas.

Uno de los contactos en la agenda de Luis García Abad era el empresario mexicano Alejandro Soberón, presidente de la compañía Corporación Interamericana de Entretenimiento y hombre fuerte de Ocesa, la firma que organiza el Gran Premio de México, designado durante cinco años como la mejor carrera del calendario de Fórmula 1. García Abad, también involucrado en el proyecto de una carrera en Barranquilla (Colombia), es uno de los gestores del certamen azteca.

Ocesa es el inversor principal del Gran Premio de Madrid, capital privado que pagará el canon que exige la Fórmula 1 (las últimas incorporaciones, Yeda, Miami, Las Vegas, rondan o superan los 40 millones anuales), buscará los patrocinadores y se encargará de la venta de entradas a través de Ticketmaster, otro de los propietarios de la compañía mexicana.

«Organizar un gran premio de F1 es una locura. Involucra a 8.000 personas y el nivel de producción equivale a 25 conciertos de los Rolling Stones», declaró Soberón al medio mexicano 'El Economista'.